Balbueno Medina

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Esta vez se le ha hecho muy difícil al expresidente Leonel Fernández y a sus aliados del Partido de la Liberación Dominicano articular un discurso demoledor contra el gobierno, como lo hizo en el 2004, frente Al proyecto reeleccionista de  Hipólito Mejía.

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Al parecer, el presidente Luis Abinader, le ha salido como hueso duro de roer a los signatarios de la Alianza Rescate RD, que en el pasado se habían salido con las suyas en diferentes torneos electorales, lo que les permitió gobernar 16 años consecutivos.

El desempeño que ha tenido el presidente Luis Abinader, en la conducción del Estado y la credibilidad y confianza que han logrado sus acciones como primer mandatario, le han colocado por encima de sus competidores, y por eso la mayoría de las encuestas que se han realizado en el país lo dan como favorito las elecciones del próximo año.

La desesperación en que han caído los principales partidos de oposición con sus constantes en querer responsabilizar al gobierno de todo lo malo que ha ocurrido en el país, sin detenerse a reflexionar los factores externos que han impactado nuestra economía, también han contribuido a limitar su crecimiento en el transcurso de la actual campaña electoral.

De igual manera, la posición desmesurada que han mantenido frente a las políticas de salvaguarda y protección del territorio nacional que ha implementado el gobierno en la frontera dominico-haitiana, les ha menguado el respaldo de la población que ha considerado que ante el conflicto con el vecino país han antepuesto sus intereses políticos al nacional.

Otro de los factores que ha mantenido a la oposición en el letargo en que se encuentra, ha sido la falta de renovación y adecuación del discurso frente a las ejecutorias administrativas del gobierno, ya que se percibe que mantienen la misma postura de la campaña del 2004 cuando enfrentó la reelección del expresidente Hipólito Mejía.

Asimismo, han perdido de vista que los actores y el escenario que enfrentan en esta ocasión, son diametralmente diferentes a los que tuvieron cuando Leonel Fernández, decidió retornar al poder en el 2004, ya que la crisis actual no es atribuible a la gestión del presente gobierno y de que quien busca la reelección no acostumbra a cometer los mismos yerros que el candidato de entonces.