El ex vicepresidente de la República, doctor Rafael Alburquerque, consideró que se debe seguir negociando cualquier otro acuerdo con miras a reformar el Código de Trabajo de la República Dominicana, pero si no se llegó a un consenso con la cesantía no debe ser tocada.
Entrevistado por el periodista Federico Méndez, en el programa Esferas de Poder, que se transmite los domingos de 8:00 a 9:00 de la mañana, por RNN Canal 27, asegura que siempre será perfectible y mejorable la legislación laboral.
“Ese acuerdo puede ser mejorado, en el sentido de que a esos aspectos en que se llegaron, poder hacer alguna variante, pero aquellos aspectos, como la cesantía, en la que no hubo acuerdo, es mejor no tocarlo”, subrayó.
Recordó que el Código de Trabajo de 1992 fue la obra de un diálogo tripartito y la concertación, y la reforma sometida actualmente es también el resultado de un nuevo acuerdo, que debe ser respetado.
“Si no se llegó a un acuerdo con la cesantía, no toquemos la cesantía, ahora los legisladores pueden trabajar en ese acuerdo, mejorar ese acuerdo si se quiere, pero de ninguna manera tocar aspectos que no fueron incluidos en esa reforma”, agregó.
Alburquerque dijo que si los empresarios entienden que hay que modificar la cesantía, deben solicitar que el diálogo continúe y que sea convocado por el ministro de Trabajo, Eddy Olivares.
El jurisconsulto sostiene que de esta manera continúa el diálogo donde se pueden incluir aquellos temas en que no pudo conseguirse el consenso en la ronda de casi dos años que culminó con el proyecto que el presidente Luis Abinader sometió al Senado de la República.
Considera que en materia laboral el diálogo entre empresarios y trabajadores debe ser permanente, con el objetivo de tratar que legislación laboral se adapte a las necesidades económicas, de desarrollo del país y a las aspiraciones de ambas partes.
Advirtió que en el acuerdo se estableció que las empresas pueden fijar jornadas laborales de 12 horas al día, lo cual calificó como inaudito y totalmente excesivo en pleno siglo XXI.
Observó que en Europa la jornada es inferior a 40 horas y el país tenía una tanda.
Manifestó que la jornada ordinaria de ocho horas de trabajos al día, no se puede extender a doce, porque afecta la salud mental y física de un trabajador.