Copenhague.- El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, afirmó este domingo que su país no está en guerra, pero tampoco en paz, en un discurso en el que enfatizó la importancia de reforzar la seguridad ante los “ataques híbridos” y otras amenazas, en un contexto de incertidumbre global.
“No estamos en guerra, pero tampoco hay paz. La paz verdadera requiere libertad y la ausencia de conflictos serios entre países. Pero nosotros y nuestros vecinos estamos expuestos a ataques híbridos, llevados a cabo no con robots y soldados, sino con ordenadores, dinero, desinformación y el riesgo de sabotaje”, dijo en una conferencia sobre defensa en Sälen (oeste de Suecia).
En concreto, Kristersson nombró a Rusia y Bielorrusia, que “instrumentalizan a migrantes” contra Finlandia y Polonia, así como la supuesta injerencia rusa en Moldavia, Georgia y Rumanía.
También aludió a los incidentes registrados en el mar Báltico, donde varias infraestructuras submarinas han sufrido daños recientemente de forma misteriosa, y recordó que las autoridades finlandesas están investigando por ello al carguero Eagle S.
“Ninguno de nosotros lanza acusaciones frivolamente. Pero todos lo tomamos en serio”, dijo.
El primer ministro sueco recalcó que Suecia no acusa a nadie de sabotaje sin tener “motivos muy sólidos” para ello, pero que tampoco es “ingenua” y que la situación lleva a que no se pueda descartar una “intención hostil” tras los incidentes.
Es poco probable que un barco pudiera arrastrar su ancla a lo largo de cien kilómetros sin darse cuenta de que podía causar daños, señaló en relación al Eagle S., del que se sospecha que pudo haber dañado un cable eléctrico submarino entre Finlandia y Estonia.
“La cuestión importante que queda sin responder es por qué ocurrió. ¿Fue intencionado, y, de ser así, quién hay detrás? En cualquier caso, Suecia y sus vecinos no tolerarán que esto continúe”, remachó.
El dirigente del país escandinavo, que ingresó a la OTAN en marzo del año pasado, recalcó que no se puede excluir la necesidad de “ampliar la defensa sueca” por encima de la inversión actual del 2,4 % del PIB.
“Es cuestión de prioridades. Podemos permitirnos defender nuestra libertad, pero no podemos permitirnos perder nuestra libertad”, subrayó. EFE