José Gregorio Cabrera
El próximo domingo 18 de febrero, los dominicanos asistiremos a las urnas para elegir a quienes nos representarán en los 155 municipios y 235 distritos municipales. En total, a partir de abril, unos 3,849 ciudadanos tendrán en calidad de alcaldes, vicealcaldes, regidores, suplentes y vocales, la ardua tarea de diseñar e implementar políticas públicas que garanticen la seguridad y la calidad de vida de los ciudadanos.
Sin embargo, existe un amplio desconocimiento por parte de la ciudadanía, sobre las funciones de estos oficiales electos y del impacto directo e inmediato que sus acciones y omisiones tienen sobre nuestra vida diaria. Aspectos fundamentales que van desde la seguridad ciudadana, la organización del tránsito y la planificación urbana, terminando en temas más simples como la recogida de desechos sólidos.
Los servidores públicos municipales son la columna vertebral del funcionamiento de nuestras ciudades y comunidades, son sus decisiones las que afectan de manera directa la cotidianidad de los habitantes, desde la gestión de servicios públicos básicos hasta la implementación de políticas que moldean el entorno social y económico.
Es por esto por lo que entiendo que las elecciones municipales deberían ser las que atraigan el mayor nivel de atención e interés por parte de los ciudadanos, moviéndoles a conocer las propuestas de los aspirantes y las capacidades técnicas que estos puedan aportar. Toda vez que la elección de individuos con habilidades de liderazgo, visión estratégica y empatía se traduce en un gobierno más eficiente y sensible a las necesidades reales de la comunidad.
En adición, los líderes municipales no solo deben ser competentes en la toma de decisiones, sino también ser honestos y éticos en su actuar. Elegir personas con valores arraigados en la integridad contribuye a fortalecer la confianza de la ciudadanía en sus representantes y, por ende, en el sistema democrático en su conjunto. Sólo así podremos garantizar la transparencia y la rendición de cuentas, pilares fundamentales en la construcción de una sociedad justa y equitativa.
Otro elemento que debemos evaluar es que el buen gobierno municipal también se refleja en la capacidad de anticiparse a los cambios y desafíos del entorno. Los líderes deben ser visionarios, capaces de planificar a largo plazo y desarrollar estrategias que fortalezcan la resiliencia de la comunidad ante posibles crisis. Elegir líderes con la capacidad de innovar y adaptarse a un mundo en constante cambio es esencial para el progreso sostenible de una ciudad.
La elección de personas adecuadas para dirigir el gobierno municipal es un compromiso con el bienestar y el desarrollo de la sociedad. El próximo domingo 18 de febrero te invito a ejercer tu derecho a elegir, pero te exhorto a hacerlo mirando más allá de colores partidarios. Tómate el tiempo de escuchar las propuestas y evaluar las capacidades de quienes aspiran a representar tu derecho a vivir en la ciudad que mereces. Sin importar lo que decidas, los años pasan, pesan y pisan, sobre todo cuando es de cuatro en cuatro.