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Santo Domingo

Por qué ha aumentado el riesgo de infarto para los menores de 45 años

Adriana Terán

El conductor mexicano Ricardo Casares sufrió un infarto, y entre los factores que más sorprenden de la noticia está que el también reportero apenas tiene 43 años de edad. Por fortuna, Casares fue atendido oportunamente y operado de emergencia, pero lo cierto es que vivió una situación sumamente peligrosa.

Según notificó Sergio Sepúlveda en la introducción del programa Venga la Alegría, a Casares se le practicó un cateterismo dado que tenía una arteria obstruida, pero ya se encuentra estable y recuperándose en compañía de su familia.

Es posible que todos estos datos y términos suenen a personas mayores, con factores de riesgo notorios como obesidad o malos hábitos, pero resulta que no. Un infarto puede ocurrirle a cualquier persona, incluso a la que menos pensamos. De hecho, hace casi un año el joven Julian Figueroa, hijo de la actriz Maribel Guardia, perdió la vida por un infarto fulminante. Y es que las cifras de enfermedades cardiovasculares en personas menores de 45 años van en aumento.

No son pocas las organizaciones que están advirtiendo acerca de estas cifras. Por ejemplo, un estudio publicado en el American Journal of Medicine analizó los datos de más de 2,000 adultos que fueron hospitalizados por infarto al miocardio entre los años 2000 y 2016 y concluyó que uno de cada cinco individuos tenía 40 años de edad o menos, y que la proporción de las personas en este rango de edad ha aumentado 2% durante los últimos 10 años.

La Secretaría de Salud de México, en un reporte reciente indicó que para 2021 se registraron cerca de 220 mil decesos por enfermedades cardiovasculares, de las cuales 177 mil fueron por infarto al miocardio, y aunque el número de casos de padecimientos cardiacos sigue siendo mayor en personas de más de 55 años, Marcelo Ramírez Mendoza, responsable del Servicio de Cardiología del Hospital General de México “Dr. Eduardo Liceaga” (HGM), recomienda tomar acciones preventivas a partir de los 40 años.

Mendoza indicó también que, del total de casos de enfermedad cardiovascular, el 80% puede prevenirse si realmente se adoptan hábitos adecuados de estilo de vida, reduciendo, o mejor, eliminando factores de riesgo.

Con esto coincide un comunicado de la Cleveland Clinic donde se destaca la creencia de que gran parte del aumento en las cifras de infartos prematuros puede atribuirse a cambios en el estilo de vida y hábitos que no solía tener la gente joven como pasar a más tiempo sentado frente a las pantallas, comer alimentos ultraprocesados y tener poca actividad física. Además indican que el abuso de sustancias, como consumo de drogas, es otro factor que se ha observado en personas jóvenes que han sufrido infartos.

Los factores de riesgo que conllevan a un infarto

Aunque hay factores de riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares no modificables, como la historia genética, por ejemplo, los modificables son los mismos a cualquier edad, según explica el doctor Rigoberto Marcano, médico internista especializado en atención de hipertensión y diabetes, quien señala que los pacientes jóvenes son especialmente vulnerables a los efectos de la hipertensión, y del colesterol y la glucosa altos, y pueden tener mayor riesgo de desarrollar ateroesclerosis.

“Por ello, las personas jóvenes, especialmente quienes traen historia familiar con enfermedades cardiovasculares, deben controlar agresivamente los factores de riesgo que son sendentarismo, sobrepeso y obesidad, tabaquismo, diabetes, hipertensión arterial y dislipidemia”, afirma.

Por si fuera poco, el médico agrega un dato adicional citando una investigación que arrojó que las personas que sufren un infarto antes de los 45 años tienen un 240% más riesgo de desarrollar demencia.

Es esencial mantenernos al tanto de todos aquellos indicadores que influyen en nuestra salud, escuchar nuestro cuerpo y no subestimar el más mínimo síntoma. Por ejemplo, las arritmias cardiacas pueden ser comunes, pero no siempre son inofensivas; el “colesterol malo” alto es un valor muy común, y sin embargo puede ser letal.

Ser delgado o ser joven no son garantías de salud, así como ser obeso o ser anciano tampoco lo son de enfermedad, de manera que para cuidarnos tenemos que tomar parte activa, acudir a nuestras citas médicas regulares, llevar un registro de nuestra presión arterial, cuidar los valores de glucosa y colesterol y tratar de seguir buenos hábitos de vida. Esto es lo más responsable que podemos hacer por nosotros mismos.

Este artículo tiene como finalidad ofrecer información general y educativa sobre temas relacionados con la salud y el bienestar. Sin embargo, esta información no debe ser considerada como un reemplazo del consejo de su doctor ni debe ser utilizada para realizar tratamientos sin supervisión médica. Yahoo no se hace responsable de ningún diagnóstico hecho por un usuario basándose en este contenido. Si usted está preocupado por su salud, siempre consulte a su médico de cabecera u otro profesional calificado de la salud antes de tomar cualquier acción.

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