¡Cuidado!, por ahí viene el Partido de la Liberación Dominicana con todas sus fuerzas.
La Marcha de la Esperanza del pasado sábado sirvió para que el opositor PLD diera una demostración de que no está lejos de forzar una segunda vuelta en las elecciones presidencial del 2024. Es cierto que el presidente Luis Abinader, quien no ha dicho si buscará la repostulación, está en un sólido primer lugar. Y que Leonel Fernández le sigue, no tan de cerca ni tan lejos del aspirante presidencial Abel Martínez.
Independientemente de las encuestas que colocan a Abel en un distante tercero, la realidad es otra.
El Partido Revolucionario Dominicano y el Gobierno no van tan cómodo en esta ocasión, contrario al 2020 cuando el país estaba “harto” de tantos años de gobierno del PLD.
Apagones, carencias de servicios básicos como el agua y una delincuencia que ha vuelto a descontrolarse juegan en contra de Abinader.
Y si como dice Abel Martínez, la multitudinaria “Marcha de la Esperanza”, realizada la tarde del sábado en las calles de la ciudad capital, marca su ruta hacia el Palacio Nacional por un nuevo renacer del pueblo dominicano, créanle un poco.
No se puede descartar al PLD de un plumazo. En los 2000, cuando Hipólito Mejía gobernaba, este se sentía cómodo… y vino la debacle.
Contrario esos años, Abinader navega mejor. Ha sabido controlar los números de la macroeconomía. Pero eso no es suficiente. Abajo, la masa no siente crecimiento.
“Aquí está el pueblo, y el Partido de la Liberación Dominicana estará al lado del pueblo en cada paso de la desesperanza que vive, en procura que el nuevo renacer de los dominicanos inicie en el 2024”, expresó Abel
La esperanza a la que alude es la mejoría en precios de la comida y la paz ciudadana. Estos dos temas “tumban” cualquier Gobierno.
“En el 2024 el Partido de la Liberación Dominicana rescatará la Nación dominicana, destacando que el PLD está en las calles y no las dejará hasta llegar al Palacio Nacional para rescatar esta maltrecha República Dominicana, gobernada por quienes están gobernando para un grupo”.
Abel también tiene algo que no tenía: la integración de Danilo Medina, Margarita Cedeño, Jaime David Fernández Mirabal y otros altos dirigentes del PLD.
En contra está la acusación a varios exfuncionarios del pasado Gobierno por corrupción. Aunque eso no se hereda, se pega.
