Jose Rafael Sosa
El poeta nacional Don Pedro Mir, logró con Hay un país en el mundo, el poema de mayor musicalidad y mayor ritmo de la literatura dominicana.
El crítico literario Basilio Belliard, al analizar la obra del poeta petromacorisano, sostiene que Hay un país en el mundo era poesía viva y un documento social que denunciaba la postración del pueblo dominicano por la dictadura y apuntaba a la esperanza de la liberación.
Belliard, durante la conferencia El Universo Poético de Pedro Mir, presentada en el Centro Cultural Banreservas y titulada en el marco de la exposición Pedro Mir, un poeta universal y nuestro. Reveló las influencias y la trascendencia de la obra de Pedro Mir: fueron Walt Whitman, Rubén Darío, Federico García Lorca y Pablo Neruda.
A la conferencia acudieron tantas personas que una parte no tuvo cabida en el auditorio y debió escucharla a distancia
Mijail Peralta Rodríguez, gerente de Cultura de Banreservas, quien sostuvo que la conferencia era la primera actividad educativa de la exposición Pedro Mir un poeta universal y nuestro. La muestra biográfica fue abierta el a inicios del mes de octubre. Anunció que, por solicitud del público, escuelas y colegios, la muestra se extenderá hasta la primera semana de noviembre próximo.
“Pedro Mir es un poeta social, pero también de la tierra, en la que los pobres y desposeídos hallaron, en su mundo poético, los frutos y las semillas que se volvieron la voz de la naturaleza. Su canto tuvo un peso específico para la libertad, donde su yo lírico se convirtió en el eco de la democracia” sostuvo Belliard.
La conferencia es un resumen del prólogo para la obra poética completa próxima a salir editada como obra completa de ocho tomos, con el auspicio del Banco de Reservas y el Archivo General de la Nación.
A la conferencia acudieron los parientes del poeta: Geraldine Mir y Geraldine Ortiz Mir, Celeste Mir y Francisco Núñez, Hugo Manelik Mir Aristy, Carolyn Marie Mir Espinosa, Elianna Michelle Mir Espinosa, Alejandro José Mir Aristy y Yaira Pérez.
“Curiosamente, dos de los cuatro grandes poemas y de los más ambiciosos por su extensión, fueron escritos en dos países distintos: Hay un país en el mundo (1949), en Cuba; Contracanto a Walt Whitman (1952), en Guatemala mientras que Amén de mariposas (1969) y El huracán Neruda (1975), fueron en Santo Domingo”.
La exposición tiene museografía de Ilonka Nacidid Perdomo y contiene pertenencias personales, fotografías, documentos y libros, entrevistas en video al maestro, todo aportado por el Museo Pedro Mir, de la UASD y el Archivo General de la Nación.