Riad. Los jefes de la diplomacia de los 57 países miembros de la Organización de la Cooperación Islámica (OCI) se alinearon este lunes para afirmar que los “crímenes” cometidos por Israel en la Franja de Gaza constituyen “crímenes de guerra y genocidio”, que requiere la rendición de cuentas y enjuiciamiento conforme al derecho penal internacional.

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Así lo indicaron los países miembros en una posición unificada en la resolución de la reunión extraordinaria en la ciudad saudí de Yeda, en una sesión en la que el ministro de Exteriores turco, Hakan Fidan, consideró “insuficiente” la “mera solidaridad con los palestinos”.

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“Todos los crímenes cometidos por Israel (…) depuración étnica, bloqueo ilegal de Gaza, uso del hambre como arma de guerra y otras políticas de asentamiento colonial (…) y los intentos de anexar tierras palestinas en Cisjordania, incluida Jerusalén Este, constituyen crímenes de guerra, de lesa humanidad y de genocidio que requieren rendición de cuentas y enjuiciamiento de conformidad con el derecho penal internacional”, se apunta.

Instaron al Consejo de Seguridad de la ONU a celebrar una sesión especial sobre la “agresión israelí contra el pueblo palestino” durante las reuniones de la Asamblea General de la ONU del próximo septiembre, y encomendaron a las delegaciones de los Estados miembros del Consejo que se coordinen con el Estado de Palestina en este asunto.

En la resolución, que consta de 38 puntos, los países de la OCI exhortaron “a todos los Estados a que adopten los medios legales y eficaces para impedir que Israel continúe sus crímenes contra el pueblo palestino, incluso apoyando los esfuerzos a poner fin a su impunidad (…), imponerle sanciones, detener el suministro, la transferencia o el tránsito de armas, municiones y material militar”, así como “revisar sus relaciones diplomáticas y económicas” con Israel.

Asimismo, pidieron a que los 57 países sigan “examinando la compatibilidad de la membresía de Israel con la Carta de las Naciones Unidas, dada su clara violación” y sus “reiterados incumplimientos de las resoluciones de la ONU”, y a que “coordinen acciones para suspender” la membresía de Israel.

Igualmente, exigieron a Israel la “plena responsabilidad por los crímenes de genocidio, la catástrofe humanitaria sin precedentes y la hambruna que azota” el enclave palestino, al tiempo que apoyó los esfuerzos de Catar, Egipto y Estados Unidos para lograr un alto el fuego.

Al respecto, expresaron su condena a la “continua intransigencia de Israel” y su “negativa a responder a los intentos de los mediadores de alcanzar un alto el fuego”.

El grupo islamista palestino Hamás aceptó la última propuesta de los mediadores, un plan que estipula una pausa de 60 días durante la que el movimiento liberará a diez rehenes vivos y 18 cadáveres de israelíes a cambio de un número de presos palestinos, entre otros puntos.

Durante ese tiempo Hamás congelaría sus actividades militares e Israel replegaría sus tropas en Gaza para permitir el ingreso y la distribución de ayuda a los civiles, mientras se negocia un acuerdo global para el fin de la guerra.

Entre otros puntos, los países de la OCI destacaron la “necesidad” de que el Gobierno del Estado de Palestina “asuma plenamente sus responsabilidades en materia de gobernanza y seguridad en todo el territorio palestino ocupado”. EFE