AJ Cassavell/MLB.com

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SAN FRANCISCO –– Hace 11 días, los Padres sacudieron su roster de manera significativa, moviendo un total de 22 jugadores el día de la Fecha Límite de Cambios y sumando a seis ligamayoristas en áreas clave de necesidad.

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No lo hicieron con la intención de apenas colarse a un Comodín. Tenían la mira puesta en ganar su primer título del Oeste de la Liga Nacional en 19 años.

Ahora mismo, están dando su zarpazo.

Con su victoria por 4-1 sobre los Gigantes la noche del lunes en Oracle Park, los Padres han ganado 12 de sus últimos 15 juegos. Mientras triunfaban en San Francisco, los Dodgers —líderes divisionales— perdían su primer juego de serie ante los Angelinos en Anaheim.

Esos resultados dejaron a Los Ángeles aferrado a una ventaja de sólo 1.0 juego, tan cerca como los Padres han estado de la cima en dos meses, y tan cerca como han estado de la punta después de la pausa del Juego de Estrellas en cualquier temporada desde 2010.

El derecho Yu Darvish trabajó seis innings de una carrera, igualando en gran medida al diestro de los Gigantes, Logan Webb, hasta que el juego entró al séptimo empatado 1-1. A partir de ahí, los dos mejores refuerzos de los Padres en la Fecha Límite hicieron toda la diferencia: el fondo de su alineación y el cierre de su bullpen.

El receptor venezolano Freddy Fermín disparó su primer jonrón como miembro de San Diego, un batazo de dos carreras por la línea del jardín izquierdo que dio a los Padres una ventaja de 4-1 en el séptimo. Coronó un ataque de tres rayitas, creado enteramente por el último tercio del orden ofensivo —la debilidad más evidente antes de los refuerzos.

El bullpen, por su parte, nunca fue un punto débil. Pero ahora es una enorme fortaleza con la llegada del lanzallamas Mason Miller. Una vez que los Padres tomaron la delantera, no dieron respiro. Jeremiah Estrada, Miller y el venezolano Robert Suárez se encargaron del séptimo, octavo y noveno inning, respectivamente, con Miller ponchando a los tres Gigantes que enfrentó.