San Francisco de Macorís. Decenas de organizaciones campesinas enmarcadas en el trayecto de la carretera Naranjo Dulce- Rio Boba hasta llegar a Río San Juan plantearon la necesidad de que desde el gobierno central se disponga la construcción de la carretera que une con el municipio de Rio San Juan, a la provincia María Trinidad Sánchez, y Duarte, lo que permitiría el despegue comercial entre esas importantes provincias de la región Nordeste.
Entienden que no se desarrolla una comunidad en términos turísticos, medioambientales, económicos y culturales, si no existe una vía de comunicación que permita el intercambio y trasiego fluido de bienes y servicios.
Recordaron que mediante la ley 8-23, se produjo la declaratoria ecoturística de la provincia, de donde parte la relevancia de la carretera Naranjo Dulce-Boba-Río San Juan, lo que será es el inicio de dicho desarrollo-
“Desde hace unos cincuenta años las comunidades que pueblan la zona noreste de la provincia Duarte, reunidas en las comunidades de Naranjo Dulce, La Explanación, Río Boba, Rancho Arriba y Rancho Abajo, entre otros grupos humanos, han tenido la esperanza de ver cristalizado sus sueños de contar con una carretera que propendan al desarrollo económico, social y familiar de cada una de ellas”, exponen.
Citaron que en la década de los años 70´s el gobierno central inició el proyecto de abrir la carretera que une la comunidad de Naranjo Dulce con el Río Boba, con la visión desarrollista de conectar las provincias Duarte y María Trinidad Sánchez, dos provincias que ofrecen una diversidad de oportunidades para sus ciudadanos; el proyecto de unificar, a través de una vía de comunicación, lo cual conlleva una visión desarrollista hacia el futuro pues, permite a los pueblos de toda esa zona un mayor intercambio de bienes y servicios.
Exponen que a pesar de las luchas que se han librado con la finalidad de lograr dicha vía de comunicación, no ha sido posible completar la obra.
“Múltiples contratiempos en el camino han sido responsables de detenerla, aun cuando hay varias licitaciones de la misma, un contrato aprobado y firmado con la “Constructora J. Fortuna”, la intención de las actuales autoridades de impulsar la construcción de la carretera que uniría al municipio de Río San Juan con Naranjo Dulce”, significan.
Citaron que algunos defensores en particular y entidades ecologistas y medioambientalistas opinan, que la obra tendría un impacto ambiental considerable, olvidando que cuando se inició dicha obra hasta el Rio Boba no existía la ley 64-00 de medio ambiente y recursos naturales, por lo que, el impacto que en su tiempo produjo, ya ha sido recuperado por la propia naturaleza dentro de su nobleza y sabiduría.
Entienden que un proyecto de desarrollo ecoturístico requiere entidades de la vida civil (ONG) conscientes y con objetivos claros, autoridades en conocimiento pleno de su responsabilidad y disponibilidad a tomar las acciones necesarias, ciudadanía consciente de lo que significa el entorno y el alto nivel de cuido que se requiere, para mantener el insumo primordial para el desarrollo de empresas ecoturísticas amigables con el medio ambiente, que en este caso es la naturaleza.
Citan que, en ese tenor, la ley 202-04 de áreas protegida, declara en su primer principio “que el ser humano es el principal ente que debe ser protegido en la naturaleza y, en consecuencia, se reconoce el derecho de las presentes y futuras generaciones de dominicanos al beneficio y al producto de los bienes y servicios ambientales que les puedan brindar los ecosistemas y las especies existentes, sin perjuicio del derecho a existir y a evolucionar de manera natural que a estos se les reconoce”.
Significan que la mencionada ley 8-23, implica tomar conciencia que la vía que une a San Francisco de Macorís con Río San Juan, a través de la carretera Naranjo Dulce-Boba, es una imperiosa necesidad, si se quiere lograr el desarrollo sostenido y eco amigable de empresas turísticas y de servicios
Para el dirigente campesino Rafael Duran, quien junto a más de 30 organizaciones campesinas manifiesta que las comunidades están a la espera de que desde el gobierno central se ponga en ejecución tan importante obras que significa el desarrollo de toda la región del nordeste.
Los productores de las comunidades de Naranjo Dulce- Rio Boba no tenemos forma como sacar nuestra producción a los mercados, situación que nos ha obligados a tener que utilizar nuestros propios recursos para arreglar los caminos y la principal vía para que la producción no se pierda y puesta ser llevada a los mercados.
Manifestó Duran que en la actualidad el movimiento de apoyo a la obra está trabajando de cerca a junto a los productores con la finalidad de que sean escuchados por las autoridades y la vía sea colocada en el presupuesto nacional.
Desde que el presidente Luis Abinader asumió la presidencia de la República de inmediato la obra fue iniciada por la constructora J. Fortuna Construcción, colocándose vallas y hasta se dio el primer palazo, pero de repente los trabajos fueron paralizados y aun en el trayecto permanecen los equipos de esa empresa totalmente abandonados
Para Rafael Duran a pesar de la situación los productores y residentes en la zona siguen con la esperanza de que un día la obra será iniciada para llevar el progreso que se necesita en una provincia declarada ecoturística y ecológica, por lo que se hace necesario que los organismos que tiene que ver con la misma comiencen a llevar esperanza a los habitantes de la región nordeste.
Organizaciones campesinas desde hace años formaron el Movimiento de Apoyo a la construcción de la obra , y a pesar del tiempo la lucha continúa
