Roma.- La cifra de 685.000 migrantes en Libia que están dispuestos a atravesar el Mediterráneo y desembarcar en las costas italianas es “engañosa, inverosímil y fruto de una interpretación incorrecta”, aseguró hoy a EFE el portavoz de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) en Italia, Flavio di Giacomo.
“El título de ‘Il Corriere della sera’ es engañoso, en cuanto (…) que ha cogido los mismos datos que tenemos nosotros que son sobre la presencia de los migrantes que viven en Libia, entre 680.00 y 700.000, y no es verdad que todos los que viven allí quieran ir a Europa o estén preparados para partir”, explicó sobre una información publicada este domingo por el diario italiano.
“La alarma de los 007 sobre los migrantes: ‘685.000 por llegar de Libia’. Siete veces más que en 2022”, tituló el diario milanés, que citaba como fuente a los servicios secretos italianos.
Según el portavoz de la OIM, “este número es absolutamente inverosímil, la idea es incorrecta y una visión muy limitada y eurocéntrica del fenómeno migratorio” pues “en realidad Libia es un país de destino, del que después algunos escapan porque sufren violencia, pero no todos, hay muchos que se quedan o que vuelven a sus países, por ejemplo colindantes, como Níger o Chad”.
Di Giacomo explicó que el aumento de las salidas de embarcaciones desde el norte de África con destino a Italia se debe, entre otras causas, a que “la situación geopolítica de los países de los que parten se ha complicado y con evidentes consecuencias”.
“En estos momentos el principal punto de salida es Túnez, ya desde octubre y noviembre, pues está aumentando la violencia contra los migrantes negros, da igual su nacionalidad, aunque sean europeos”, afirmó y añadió que hay “una cierta impunidad respecto a estas personas, que se sienten no tuteladas”.
“Esto nos cuentan que esta pasando y muchos migrantes que vivían allí están saliendo con esta ola de violencia”, agregó, al citar Costa de Marfil y Guinea entre sus principales países de procedencia.
En cualquier caso, no se espera una cifra muy diferente de la del año pasado, cuando llegaron a Italia 105.000 personas, lo cual no representa “una alarma numérica, aunque sí humanitaria y operativa, respecto a las llegadas por el mar”, dijo el portavoz de la OIM, quien recordó que en 2023 hubo un flujo de 4 o 5 millones de personas llegadas desde Ucrania en tres meses que fue “perfectamente gestionado por la Unión Europea”.
Di Giacomo resaltó que “hace muchos años que el sistema de patrullaje en el Mediterráneo es insuficiente” y que las ONG intervienen porque “hay un vacío institucional”: “antes lo había y ahora no” y sin él “es difícil llegar a tiempo a salvar a las personas”.
Al menos 30 personas se encuentran desaparecidas y 17 pudieron ser salvadas después de que este domingo volcase la barca en la que viajaban durante las tareas de salvamento por parte de un buque mercante, comunicó la Guardia Costera italiana, que subrayó que la embarcación estaba en la zona de rescate de Libia.
Este nuevo naufragio se produce después de la tragedia frente a las costas de Cutro, en Calabria (sur de Italia) en la que murieron al menos 79 migrantes y por la que se ha abierto una investigación para aclarar las posibles responsabilidades también de la Guardia Costera italiana que no intervino a pesar de que Frontex señaló la existencia del pesquero. EFE
