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Dominican Republic
Wednesday, July 30, 2025

Obispo llama a los congresistas a no ceder a presiones ideológicas

 Narciso Acevedo

SAN FRANCISCO DE MACORÍS.- El obispo de esta diócesis Monseñor Alfredo de la cruz Baldera hizo un llamado vehemente y paternal a los congresistas nacionales  a no ceder ante las presiones ideológicas que disfrazan la cultura de la muerte con ropajes de un falso progreso, al tiempo  de indicar  que el  verdadero avance está en aprobar ya un Código Penal que dote a la República Dominicana de las herramientas para luchar por la justicia, y que lo haga defendiendo la vida de todos, sin excepciones.

Dijo que, como Pastor de esta porción del pueblo de Dios, constata a diario el sufrimiento causado por la delincuencia, la corrupción y la necesidad de un marco legal robusto que garantice la justicia y la paz social. ‘’La República Dominicana necesita con urgencia un nuevo Código Penal para fortalecer el estado de derecho, combatir eficazmente la criminalidad, proteger a las víctimas y ofrecer seguridad jurídica a todos los ciudadanos. La aprobación de este código no es una opción, es una emergencia nacional para el resguardo del bien común’’ proclamó el obispo De la Cruz Baldera.

Reflexión Pastoral sobre la Urgencia del Código Penal y la Defensa de la Vida

Monseñor De la cruz Baldera, manifestó que, sin embargo, es motivo de profunda consternación que la necesaria aprobación de este Código se vea perennemente postergada por un único punto de disenso: la pretensión de incluir las llamadas “tres causales” para la despenalización del aborto.

’’Este enfoque casi monotemático, que acapara el debate público y legislativo, se ha convertido en una excusa que impide a nuestra nación avanzar. Mientras nos enfrascamos en una batalla que atenta contra la vida del más indefenso, el resto del andamiaje jurídico que la sociedad necesita para su orden y seguridad queda en el limbo. No podemos permitir que el futuro de la justicia dominicana sea secuestrado por una agenda que va en contra de la vida misma”, sostuvo el obispo al ser consultado  con relación al tema.

 Añadió , que, con gran preocupación, observa cómo algunos sectores de la sociedad intentan presentar la legalización del aborto, aunque sea bajo ciertos supuestos, como una señal de “modernidad” y “progreso”. Indicando que esta   es una falacia peligrosa. ¿Qué clase de progreso es aquel que descarta una vida humana? ¿Qué modernidad es la que legaliza la eliminación de un ser en su etapa de máxima vulnerabilidad?

Sostiene el obispo Alfredo de la Cruz Baldera, que el verdadero progreso defiende y protege a todos, especialmente a los que no tienen voz.  La naturaleza misma, en su sabiduría intrínseca, tiende a la supervivencia y a la perpetuación de la especie. Y resulta   una trágica y dolorosa ironía que la humanidad, dotada de razón y conciencia por Dios, sea la única especie que busque activamente legislar para facilitar la destrucción de sus propios miembros.’’ En lugar de ser un paso adelante, la aceptación del aborto es tronchar el futuro, es un acto de autodestrucción social que atenta contra la esencia misma de nuestra humanidad.

 La Verdad Perenne de la Doctrina de la Iglesia

‘’La Sagrada Escritura es inequívoca. Dios nos conoce y nos ama antes de nuestro nacimiento: “Antes de formarte en el vientre, ya te conocía; antes de que nacieras, ya te había consagrado” (Jeremías 1, 5). El salmista canta la maravilla de la creación en el seno materno: “Tú creaste mis entrañas, me tejiste en el seno de mi madre… Mis huesos no estaban ocultos cuando era formado en el secreto” (Salmo 139, 13-15).

Manifestó que el Magisterio de la Iglesia ha reafirmado esta verdad sin cesar,  y el Catecismo de la Iglesia Católica enseña que “La vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción. Desde el primer momento de su existencia, el ser humano debe ver reconocidos sus derechos de persona, entre los cuales está el derecho inviolable de todo ser inocente a la vida” (CIC 2270). San Juan Pablo II, en su encíclica Evangelium Vitae, lo calificó como parte del “evangelio de la vida”, confirmando que “el aborto directo, es decir, querido como fin o como medio, es siempre un desorden moral grave, en cuanto eliminación deliberada de un ser humano inocente” (EV, 57).

‘’La postura de la Iglesia Católica no es una opinión arbitraria ni una imposición, sino la custodia de una verdad revelada e inscrita en el corazón de cada ser humano: la santidad de toda vida humana desde la concepción hasta la muerte natural.

El Obispo de la Diócesis de San Francisco de Macorís Alfredo de la Cruz Baldera, pidió a la Virgen de la Altagracia, Protectora del pueblo dominicano, que ilumine las mentes y los corazones de quienes tienen en sus manos esta trascendental decisión.

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