Beatriz Díaz
“Yo nací de dos españoles exiliados en Venezuela que, en el momento de mi nacimiento, habían perdido la nacionalidad”, contó Fanny Pujol a EFE, quien ahora busca, como hacen cada vez más cientos de miles de descendientes en Latinoamérica, que sus hijos puedan acceder a la nacionalidad española a través de la reciente Ley de Memoria Democrática (LMD).
Cuando Pujol pensó que por fin tenía la oportunidad de darle la nacionalidad a sus hijos, con la Ley de Memoria Histórica de 2007, se encontró con el obstáculo de que la norma solo contemplaba a los menores de 18 años: su hija pequeña podía conseguirla, pero no sus gemelos mayores de edad, así que prefirió que ninguno la tuviera.
“No quería que hubiera diferencias entre mis tres hijos”, dijo, aunque ahora considera “que se hizo justicia”.
La dificultad que enfrentó quedó subsanada con la nueva norma que “corrige los vacíos” que dejó la Ley de 2007, apuntó el embajador de España en Venezuela, Ramón Santos, en un acto que otorgó la nacionalidad la semana antepasada a 71 venezolanos que viven en el país caribeño.
La LMD, conocida como “ley de nietos” y aprobada en octubre pasado, permite obtener la nacionalidad española a los descendientes de exiliados durante la Guerra Civil (1936-1939) y la dictadura franquista (1939-1975).
Las diferencias con la norma anterior permiten acceder a la ciudadanía española a los hijos y nietos de españoles que perdieron su nacionalidad a raíz del exilio (Anexo I); los hijos de mujeres españolas que renunciaron a su nacionalidad al casarse (anexo II), y los hijos mayores de edad de aquellas personas a las que se les concedió la nacionalidad (Anexo III).
El Ministerio de Justicia español es el encargado del recuento de solicitudes de nacionalidad, pero, a día de hoy, fuentes oficiales comentaron a EFE que no disponen de datos debido al escaso tiempo que ha transcurrido desde que la ley se aprobó, aunque el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación (MAEC) confirmó a EFE que van a reforzar los medios y el personal en los consulados ante las peticiones recibidas.
CIENTOS DE MILES DE PETICIONES EN CUBA
En los países donde la diáspora española fue más numerosa, se prevé que las solicitudes se disparen, como es el caso de Cuba, donde fuentes consulares apuntaron a EFE que pueden reclamar la ciudadanía entre 200.000 y 300.000 personas, aunque reconocen que es difícil hacer estimaciones en este caso.
Apuntan que el grupo más numeroso de solicitantes serán los hijos mayores de edad de personas nacionalizadas a raíz de la Ley de Memoria Histórica, que no recibieron automáticamente la nacionalidad, al contrario que los menores de edad.
Para esta previsible mayor demanda, el consulado anticipa ampliar servicios en su segunda sede en La Habana, abriendo más ventanillas y contratando alrededor de una veintena de personas.
CRECEN LAS SOLICITUDES EN MÉXICO
Mientras tanto, las solicitudes crecen en México, donde se estima que llegaron cerca de 20.000 españoles durante y después de la Guerra Civil, por lo que es uno de los países que más exiliados recibió.
Según fuentes diplomáticas, en los primeros cuatro meses tras su entrada en vigor se registraron miles de solicitudes para adquirir la nacionalidad bajo los nuevos supuestos y ya se comenzaron a entregar actas a nuevos ciudadanos españoles.
Desde la oficina consular indicaron a EFE que “el sistema no se ha saturado” debido a que abrieron nuevos espacios y cuentan “con profesionales de refuerzo para realizar los trámites pertinentes”.
ARGENTINA, LA DIÁSPORA ESPAÑOLA MÁS NUMEROSA
En el Consulado General de España en Buenos Aires, el que aglutina a mayor cantidad de españoles en el mundo, alrededor de 350.000, se han otorgado, desde que se aprobó la Ley de Memoria Democrática, 42.600 turnos a personas que quieren solicitar la nacionalidad, según informó a EFE el cónsul general, Fernando García Casas.
De todos ellos, ya se concedió la ciudadanía a unas 2.000 personas. Para afrontar esta demanda, se espera que “en los próximos meses”, según el cónsul, se incorporen entre 15 y 20 nuevos trabajadores a la oficina, sumándose a los 78 funcionarios que conforman el personal.
Aunque día a día llegan al consulado entre 1.000 y 1.200 personas, el sistema de turnos evita lo que ocurrió con la Ley de Memoria Histórica cuando hubo personas “que pasaban la noche en la calle”, eso permite “dignidad y calidad de la atención al ciudadano”, agregó García Casas.
LOS EXILIADOS EN CHILE DEL BARCO DE NERUDA
En Chile, la LMD está teniendo un efecto muy similar a la que tuvo el proceso de nacionalización anterior.
Según datos proporcionados a EFE por el Consulado de España, las solicitudes totales recibidas desde la entrada en vigor de la ley ascendían el pasado viernes a 1.135, de las cuales 996 se acogieron al Anexo III de la Ley y 139 lo hicieron al Anexo I.
“Se espera aumentar considerablemente el número de solicitudes a partir de abril, con la incorporación de nuevas contrataciones ya aprobadas por el MAEC. Podremos casi doblar el número de citas diarias”, señalaron.
De acuerdo con testimonios documentales oficiales, Chile recibió en 1939 a 2.200 españoles exiliados, con un total de 1.160 hombres, 540 mujeres y 500 niños.
Todos ellos llegaron a bordo del Winnipeg, un barco fletado por el entonces cónsul y después premio Nobel chileno Pablo Neruda, que zarpó el 4 de agosto de ese año del puerto francés de Poullac y arribó un mes después a la ciudad costera de Valparaíso.
PERÚ, UN LUGAR REMOTO PARA EL EXILIO
La lejanía de Perú y la dictadura de Óscar R. Benavides hicieron del país andino un lugar remoto para el exilio español.
Son, por tanto, pocos los descendientes de españoles en Perú que pueden beneficiarse de la Ley de Memoria Democrática y sin embargo, según detallaron a EFE fuentes diplomáticas, el Consulado de España en Perú ya ha recibido unas 600 solicitudes y casi todas ellas fueron resueltas favorablemente.
En promedio, se reciben e inscriben unas 300 peticiones por mes y, como los casos están bien orientados legalmente, casi todos siguen adelante, según fuentes oficiales. EFE
