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Santo Domingo

Nicolás Maduro no es dictador

Ismael Batista

El ego es un concepto inherente a la conducta humana y a la personalidad del individuo. En latín la palabra significa yo, pero en psicología el termino se utiliza para hacer referencia a la instancia psíquica que permite que un individuo se reconozca a sí mismo y a su propia personalidad.

Interactuando en el medio social, el ego del individuo tiende a evolucionar en forma positiva y en forma negativa. Esta última con más connotación, pues, puede conllevar a exaltación exagerada de la personalidad, hasta considerarse centro de atención y actividades generales.

Es un trastorno de la personalidad que subyace en la conciencia de los dictadores que despierta a estímulos alucinógenos procedente del medio, y que en determinadas circunstancias desencadenan desquicios.

Son autoritarios y prepotentes, aferrados a los dones de mando y de poder. La historia nos cuenta la conducta y el quehacer de estos estrafalarios especímenes.

Poseedores de perfil psicológico o psiquiátrico impregnados de delirio de grandeza con propensión al control absoluto de todo. Presos de paranoias desconfían de todo el mundo y solo delegan funciones en sus personeros.

Gobiernan arbitrariamente coartando los derechos civiles y constitucionales de los ciudadanos

En efecto, varios estudios describen la personalidad del dictador, de facetas delirantes intercambiables con la locura. Son déspotas que se privilegian de personalidad e idiosincrasia fuera de lo común.

Dice el escritor estadounidense John Gunther que los dictadores son anormales y que la mayoría de ellos son neuróticos.

Al efecto, el perfil psiquiátrico de Adolph Hitler es definido como un individuo con trastorno bipolar, sufría de paranoias y complejos de varias indoles, que lo llevaron a cometer crímenes atroces.

En referencia a Rafael Leonadas Trujillo, en la obra ¨Trujillo visto por un Psiquiatra¨, el dominicano de mano dura, se describe como hombre de carácter tranquilo, en ocasiones impulsivo, colérico y en otras ocasiones de emociones desproporcionadas.

La personalidad de Nicolás Maduro no encaja en el marco de los dictadores. Su proceder contrasta con este modelo de personalidad egocéntrica. El presidente Nicolás Maduro no es un presidente cara dura, es un gobernante amable, de paz y juguetón

Hasta donde se sabe, el ciudadano Maduro Moros nunca expresó pretensiones presidenciales en el país bolivariano. Es más, llegó inesperadamente y motivado a situaciones circunstanciales a ser presidente de la República Bolivariana de Venezuela, no por la obsesión de ser presidente.

Y para no extender más este artículo sobre las razones por las cuales Nicolás Maduro no es un dictador, en este aspecto concluyo: el gobernante chavista bolivariano no tiene el poder absoluto en Venezuela, realmente lo tiene la Unión Cívico Militar Policial con apoyo popular electoral. En otras palabras, el gobierno venezolano es pluralista.

Ofensiva mediática 

Nicolás Maduro representa la facies de la riqueza de Venezuela, que tanto se anhela. Paladín de la autodeterminación; un hombre digno y decoroso, inflexible e indoblegable frente a los intentos aviesos de apoderarse de los recursos de la nación que representa.

Por tanto, un combatiente de estas cualidades y temple hay que sacarlo del poder de cualquier manera. El plan tiene establecido en diversos puntos del planeta plataformas mediáticas de comunicación, desde donde hace años se dispara contra Nicolás Maduro y la revolución Bolivariana ofensivas de mentiras y desinformación.

Invierten millones de dólares y euros en los medios de masivos de comunicación para desprestigiar a Maduro, en sucesivo, liquidarlo moral y políticamente para que finalmente suceda lo improbable.

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