Jerusalén.- El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que ha evitado disculparse públicamente a sus ciudadanos por no haber impedido el ataque de Hamás del 7 de octubre, dijo a la revista Time que lamenta los hechos ocurridos por la agresión del grupo islamista, al tiempo que aseguró que permanecerá en el cargo tanto como pueda.
La revista estadounidense entrevistó al mandatario el 4 de agosto en su oficina de Jerusalén, y le preguntó si se disculparía por no haber evitado el ataque, estando él al frente del Gobierno israelí.
“¿Disculparme?”, responde, “Por supuesto, por supuesto. Lamento profundamente que algo así haya sucedido. Y siempre se mira hacia atrás y uno se pregunta: ¿Podríamos haber hecho algo para evitarlo?”.
Netanyahu no ha asumido formalmente responsabilidad por los errores de seguridad que permitieron que ocurriera el ataque, que dejó unos 1.200 muertos, 251 secuestrados y desató una guerra que ya ha durado más de 10 meses.
Incluso culpó a la élite de Defensa y Seguridad por el fiasco, aunque se retractó posteriormente.
En la entrevista dijo a Time que su principal error fue ceder a la renuencia de su Gabinete de Seguridad a emprender una guerra abierta.
“En todo caso, no cuestioné lo suficiente la suposición que era común a todas las agencias de seguridad” de que Hamás no iba a atacar, dijo.
“El 7 de octubre demostró que quienes decían que Hamás estaba disuadido estaban equivocados”, recalcó.
Por otro lado, Netanyahu -quien ha estado en el poder por 17 años en diferentes mandatos- dijo a Time que intentará permanecer en su puesto tanto como pueda.
“Me quedaré en el cargo mientras crea que puedo ayudar a conducir a Israel hacia un futuro de seguridad, seguridad duradera y prosperidad”, sostuvo.
“Prefiero tener mala prensa que un buen obituario”, mencionó en la entrevista.
Cuando se le preguntó si un líder de la oposición debería permanecer en el poder si fuera responsable del peor fracaso de seguridad de Israel, respondió: “Depende”.
“¿Son capaces de liderar al país en una guerra? ¿Pueden llevarlo a la victoria? ¿Pueden asegurar que la situación de posguerra será de paz y seguridad? Si la respuesta es sí, deberían permanecer en el poder”, argumentó, antes de concluir que “la decisión es del pueblo”.
La guerra con Hamás, que en 10 meses ha dejado unos 40.000 muertos, 10.000 desaparecidos y 1,9 millones de desplazados en la Franja de Gaza, en medio de una crisis humanitaria sin precedentes, ha provocado también una crisis regional en Oriente Medio.
Sin embargo, en Israel sólo se han producido tres dimisiones de relevancia por el ataque de Hamás: la del jefe de la inteligencia militar israelí, el general Aharon Haliva, la del general de brigada Avi Rosenfeld, comandante de la división de Gaza, y la del jefe para el distrito sur del servicio de inteligencia interior de Israel (Shin Bet), cuya identidad, como la de todos los trabajadores de esta agencia, no fue desvelada.
En octubre, el jefe del Shin Bet, Ron Bar, pidió disculpas por lo ocurrido el 7 de octubre y asumió su responsabilidad, pero de momento sigue en el cargo.
Manifestaciones cada vez más multitudinarias en todo el país exigen la dimisión de Netanyahu, quien enfrenta crecientes fracturas de su Gobierno además de tres causas por corrupción. EFE