Daniel García Santana
República Dominicana es el principal destino turístico del Caribe y recibió el año pasado más de 11 millones de visitantes. Se estima que la industria sin chimenea aportará este año a la economía nacional más de 21,100 millones de dólares y generará más de 893,000 empleos.
Pero esos buenos números se pueden ver afectados por el comportamiento desordenado de los más de 3 millones de motoristas que recorren las vías del país, ya que Estados Unidos, uno de los principales emisores de turistas a República Dominicana, alertó a sus ciudadanos sobre la peligrosidad de montarse en ese tipo de transporte público en este país.
Aunque esa advertencia parezca sencilla, puede dañar la buena imagen de nuestro país en el extranjero, ya que se puede percibir que en esta nación no hay orden en las vías públicas ni autoridades que hagan respetar la Ley de Tránsito, que establece sanciones a los motoristas.
La Embajada de Estados Unidos señaló a los motoncohos dominicanos como un medio de transporte no recomendable, debido a que la mayoría no usa cascos y no siguen las reglas de tránsito.
Desde hace tiempo he insistido en que debemos controlar la circulación de los motoristas por las vías de nuestro país, ya que han estado involucrados en la mayoría de los accidentes de tránsito y cometer todos tipos de “hazañas negativas”.
Las autoridades deben prestar atención especial a los motoristas dentro de las nuevas medidas adoptadas para ordenar más y agilizar la circulación de los vehículos, especialmente en las grandes ciudades, como el Gran Santo Domingo y Santiago, por el bien común.