Miguel Ponce
Santiago. La morgue regional del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) opera entre precariedades, con una sola ambulancia y falta de personal médicos forenses y legistas.
A eso se agrega, las cancelaciones de algunos de los técnicos que sirven de soporte al cuerpo médico para la práctica de autopsia.
De seis médicos forenses hay cuatro e igual cantidad de legistas cuando al menos se requieren el nombramiento de otros cuatro, según confirma a periodistas de elCaribe una fuente ligada al Inacif.
Mientras que de seis técnicos, apenas cuenta con cuatro y uno está de vacaciones, por lo que en situaciones como el ocurrido en la comunidad Peñuela, del municipio de Esperanza en la provincia Valverde, donde murieron 13 indocumentados de nacionalidad haitiana en un accidente al caer en las aguas del canal de riego, dificultó practicar las autopsias. Los técnicos sirven de soporte para agilizar las autopsias.
Quejas personal
En la morgue son muchas las quejas de familiares de las víctimas por la tardanza en entregar los cadáveres.
Otro problema es la limitación de choferes para manejar las ambulancias que cargan los cuerpos.
El día 15 de marzo del 2014, el entonces procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, inaugura una morgue para la regional Norte del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), que desde entonces opera en el cementerio El Ingenio en la parte oeste del municipio de Santiago de los Caballeros.
En esa oportunidad, Domínguez Brito dijo que esperaba terminar con la práctica tediosa, lastimosa y poco profesional de tener que realizar las autopsias en los lugares en donde aparecían cadáveres en estado de descomposición.
Inversión hecha no resuelve problemas
La preocupación de Domínguez Brito surgió debido a que los cuerpos eran necesariamente trasladados a Santo Domingo, lo que se traducía en gastos y en demora. El espacio cuenta con oficinas para los médicos forenses, una sala con dos mesas de acero inoxidable para la realización de las autopsias, así como de un cuarto frío para la conservación de los cadáveres.