De nuevo el Malecón de Santo Domingo desde la Máximo Gómez fue testigo de la cada vez más sentida cita anual UN PASO POR MI FAMILIA. Familias completas con niños, jóvenes, religiosos y toda la iglesia Arquidiocesana caminó con alegría y entusiasmo hasta el Parque Eugenio María de Hostos para el momento culmen de la jornada: la eucaristía presidida por Monseñor Francisco Ozoria Acosta, Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo y Primado de América, acompañado por los obispos auxiliares, sacerdotes, diáconos, movimientos apostólicos y entidades que trabajan en defensa de la familia.
Una verdadera fiesta y muestra de cuanto a la raíz de la cultura dominicana está el valor y el amor por la familia. Con este gran evento se concluyeron las actividades programadas durante el mes de noviembre, mes dedicado a la familia como había
anunciado el Rvdo. Padre Mario de la Cruz Vicario Episcopal de la Pastoral Familia y Vida de la Arquidiócesis de Santo Domingo.
Como es ya tradición un paso por mi familia se realiza simultáneamente en varias ciudades y pueblos del país: Santiago de los Caballeros, Mao Montecristi, Baní, Barahona, San Francisco de Macorís, San Juan de la Maguana, La Romana, San Pedro de Macorís, La Vega, La Altagracia y Puerto Plata.
En Santo Domingo se vivió significativa fiesta de la familia entre cantos y momentos de oración e intervenciones artísticas de los ministerios de Fuente De Gracia, Angeline Monegro, Alisber Zapata y Enrique Feliz.
Por su parte Monseñor Francisco Ozoria, durante su homilía contextualizó la eucaristía de este domingo dentro de la gran solemnidad que celebra la iglesia católica: La fiesta de Cristo Rey y puntualizó: “La imagen que se nos presenta hoy en la solemnidad, la imagen del Pastor que cuida las ovejas y esta imagen la aplicamos a la familia, los padres de familia tienen en Jesucristo un modelo para cuidar a la familia. El modelo de pastor que cuida y se entrega. Esa familia que compone la sociedad”.
“Esta concentración de la familia en este día pretende profesar nuestra fe en la familia que es escuela, la familia es la primera escuela, escuela de valores, todos nosotros estamos con nuestra mirada puesta en el valor de la honestidad. Pues es en la misma familia donde enseñamos a mentir cuando mandamos al hijo a decir que no estamos, cuando no es así”
En la parte conclusiva el Manifiesto fue leído por el Rvdo. Padre Mario de la Cruz y por la pareja Natasha García y José Alejandro Paulino, Magdalena Viole e Ismael de la Rosa.
Fuerte la súplica al gobierno central, a los empresarios y a toda persona de buena voluntad, de nuevo los organizadores recordaron y reiteraron al Gobierno Central, a las Cámaras Legislativas y a toda la población, que la familia no es objeto de apropiación de nadie, sino que las mismas familias tienen el derecho a decidir sobre sus miembros y su futuro, teniendo presente que el bien de la sociedad depende del bien del matrimonio y la familia. Por esto con fuerza concluyeron el manifiesto diciendo con voz firme: “Reiteramos nuestro compromiso de estar vigilantes para que en la República Dominicana se acoja, se valore y se defienda la vida, la familia y el matrimonio en todas sus etapas y circunstancias”.
