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Santo Domingo

Milagro en Colombia

María Hernández

Por más fuerte que sea una persona de carácter, la sensibilidad le toca el alma cuando ve los rostros de los cuatro niños rescatados, el domingo 11 de junio, en Colombia después de haber estado por más de 40 días internados en la selva de ese boscoso país, luego de que sufrieran un accidente en una avioneta en el que también viajaba su madre, el piloto y una representante de una Organización No Gubernamental (ONG).

La mano Divina del Todopoderoso seguro les acompañó para que pudieran permanecer vivos ante las inclemencias del tiempo y la voracidad de la selva rodeada de todo tipo de animales salvajes.

Nadie puede imaginar como un bebé de menos de un año pudo resistir a todas las amenazas de la zona caracterizada por mucho sol en el día y en la noche, frío y una gran humedad irresistible para cualquier ser humano.

Ese hecho debe poner a pensar a los sectores que viven en constantes confrontaciones en ese país entre las fuerzas del orden y la guerrilla que pactan treguas que no se cumplen y hace que esa nación se mantenga en una guerra civil frecuente entre su misma gente.

Todavía no hay rastros del perro que inteligentemente encontró a los cuatro hermanitos en muy mal estado de salud y uno de ellos, el varón más grande, en avanzado estado de deshidratación.

Uno de los rescatistas recordó lo que sucedió en el momento en que descubrieron a los niños indígenas. Los niños son Lesly de 13 años, Soleiny de 9, Tien de 4 años y el bebé de un año Cristin.

Cuando los encontraron  la hija mayor , llamada Lesly, «con el bebé en los brazos corrió hacia el rescatista y le dijo: Tengo Hambre», recordó al narrar para BBC y Reuters lo sucedido.

También relató que otro de los dos niños que estaba acostado se levantó del suelo y le dijo: «Mi mamá está muerta», y luego le pidió pan con salchichas.

Todos se recuperan en el Hospital Militar de Bogotá tras ser protagonistas de una increíble historia de supervivencia en la selva del Guaviare, por lo que le denominan los indígenas el milagro de Guaviare.

Mientras que Wilson, es el nombre del perro rescatista que las autoridades piensan que acompañó a los menores, pero ahora se encuentra perdido. El perro pastor belgak, con seis años resultó ser la clave para que encontraran algunas pistas que confirmaron que los niños estaban vivos y además solos en la jungla, de acuerdo a las redes sociales de Twitter tanto del Ejército Nacional como de las Fuerzas Militares de Colombia.

Algunos de los militares suponen que el perro llegó a estar acompañando un tiempo a los niños por unas huellas de los menores  que fueron encontradas muy cerca de otras huellas que parecían ser del perro.

Ahora le toca al Estado asumir el cuidado de esos niños para siempre, su educación, alimentación, calidad de vida, junto a su padre, quien no iba en el viaje. Ha sido un regalo de Dios a esa nación para que cambie el rumbo de su accionar en beneficio de todos.

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