Elías Samuel Rosario Mata
El anuncio de Doña Melba Segura, dando a conocer la creación de un fondo para financiar becas de estudios universitarios y artísticos, priorizando a los jóvenes provenientes de los más bajos extractos sociales, es un mensaje de que no todo está perdido y la esperanza de un futuro mejor para los más desposeídos sigue latente en algunas personas.
Aunque no conocemos personalmente a la señora Melba, debemos reconocer su iniciativa para estimular a otros a imitarla. La idea surgió en medio del desgarrador dolor que sacudió su alma por la muerte inesperada de su única hija, Alexandra María Grullón de Estrella, en la tragedia en la discoteca Jet Set.
Es una lección que nos enseña que no todas las personas que disfrutan de grandes fortunas han perdido la sensibilidad humana, no han sucumbido al deseo de vivir en medio del lujo y los placeres ni al deseo egoísta de seguir acumulando más, ajenos al sufrimiento de las grandes mayorías.
Con una sola persona, que ayude a tener esperanza, mi vida habrá valido la pena. Martín Luther King
Cuando convertimos el dolor en un escalón para elevar el alma, pierde su poder y en vez de un mal se convierte en un bien. No nos hemos creado a nosotros mismos y por más poder que podamos poseer en esta tierra, es efímero y nada se puede llevar a la hora de partir.
Por ende, honrar la memoria de un ser querido con una fundación de ayuda social es como encender una luz en medio de la oscuridad que arropa a la grandes mayorías, las cuales han perdido toda esperanza de un futuro mejor.
El sufrimiento de Cristo en la cruz, cambió la historia del mundo en “antes y después”
Esperamos que esta iniciativa sea apoyada por todos los sectores, para cambiar la historia de miles de jóvenes que por falta de recursos no pueden asistir a las universidades ni cultivar sus dones naturales artísticos, pues, la miseria y la desesperanza llevan a muchos de ellos a caer en la delincuencia.
Es por ello que no existe un mejor antídoto para frenar el avance de los males sociales que crear facilidades para ayudar a erradicar la falta de oportunidades. Como empresaria, la señora Melba envía un mensaje claro a su clase, sobre la urgente necesidad de ser más solidario con los que más sufren, a los líderes políticos que tienen la responsabilidad de procurar el bienestar colectivo y no solo el de ellos.
Es una aberración que un país sea uno de los primeros en crecimiento económico de América Latina pero ocupa el tercer lugar en muertes infantiles, solo superado por Haití y Dominica. El informe del 2024 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) encontró que de cada 1,000 niños que nacen vivos, fallecen 17. antes de cumplir el primer año.
Una ignominia que venimos arrastrando desde los gobiernos pasados, lo que indica que nuestro crecimiento económico solamente llega a los empresarios y la minoría que está en el poder.
La muerte no conoce condición social y llega sin previo aviso. El mejor legado que podemos dejar es el bien que hacemos a los demás.