Oklahoma City. Los Oklahoma City Thunder aspiran a sellar mañana el anillo de la NBA frente a unos Indiana Pacers sin margen de error y con Tyrese Haliburton como duda por sus problemas físicos.
Con 3-2 para Oklahoma, el Gainbridge Fieldhouse de Indianápolis acogerá este jueves a partir de las 20.30 (00.30 GMT del viernes) el sexto encuentro de las Finales de la NBA.
Los Pacers están obligados a ganar para forzar un séptimo duelo que se disputaría el domingo de vuelta en el Paycom Center de Oklahoma City.
El nombre propio de la previa de este sexto encuentro es Haliburton, ya que arrastraba molestias en la pierna derecha, pero durante el quinto partido se agravaron esos problemas y se le vio claramente mermado físicamente.
La estrella de Indiana firmó el lunes una actuación horrible con 4 puntos (0 de 6 en tiros de campo, 4 de 4 desde la línea de personal), 7 rebotes y 6 asistencias con 3 pérdidas.
Al día siguiente, la cadena ESPN informó de que los Pacers temen que Haliburton tenga una distensión en el gemelo derecho y que se le iba a hacer una resonancia magnética para determinar el alcance de esa lesión.
Estos asombrosos y muy meritorios Pacers se han especializado en remontadas imposibles y en la épica como pan de cada día, pero ganar dos encuentros seguidos a los poderosos Thunder sin Haliburton o con el base lejos de su mejor nivel entra en el terreno de lo utópico incluso para la fe ciega de Indiana.
“Son las Finales de la NBA. He trabajado toda mi vida para estar aquí y quiero estar en la cancha compitiendo, ayudando a mis compañeros en todo lo que pueda (…). Si puedo caminar, quiero jugar”, aseguró Haliburton tras el quinto encuentro.
Con tres títulos de la ABA pero ninguno de la NBA, los Pacers, de un estado como Indiana obsesionado con el baloncesto, tuvieron una oportunidad de oro en el cuarto partido para colocarse 1-3 cuando ganaban en casa de 10 puntos en el tercer cuarto.
Sin embargo, los de Rick Carlisle se dejaron empatar la serie por 2-2 y ahora tendrán que luchar también contra la estadística que sostiene que el equipo que se pone con 3-2 en las Finales alcanza el título en el 74,2 % de las ocasiones.
Por su parte, los Thunder afrontan la primera de sus dos opciones para certificar el título tras el recital de Jalen Williams, maravilloso en el triunfo del quinto encuentro con 40 puntos.
Shai-Gilgeous Alexander, MVP de la temporada regular, completó con 31 puntos una dupla fabulosa en ataque y Oklahoma asfixió además a Indiana en defensa provocando 23 pérdidas de balón con 15 robos y 12 tapones.
Sería el primer título para los Thunder en Oklahoma, aunque esta franquicia estaba anteriormente radicada en Seattle y ahí se proclamaron los Supersonics campeones de la NBA en 1979.
Los de Mark Daigneault fueron primeros del Oeste con el mejor balance de toda la liga (68-14) y son el segundo conjunto más joven de la historia en alcanzar las Finales de la NBA. EFE