Los futuros del petróleo subieron un 3% al inicio de la primera sesión de negociación desde que Estados Unidos lanzó ataques directos contra Irán, lo que arrojó más sombras sobre las perspectivas de suministro en la asediada región del Medio Oriente, rica en petróleo.
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El domingo por la noche subió 2.30 dólares, o 3.1%, a 76.14 dólares por barril, mientras que el petróleo de referencia mundial Brent subió 2.38 dólares, o 3.1%, a 79.39 dólares por barril.
El ministro de Asuntos Exteriores de Irán dijo el domingo que la República Islámica se reserva “todas las opciones” para defender su soberanía y su pueblo, en medio de los continuos intercambios de disparos entre Irán e Israel.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, ha advertido a Irán contra cualquier intento de cerrar el Estrecho de Ormuz, una vía fluvial estrecha y crucial para el mercado petrolero mundial. Unos 20 millones de barriles diarios de crudo, equivalentes al 20 % del consumo mundial, fluyeron por el estrecho en 2024, según la Administración de Información Energética.
Los medios estatales iraníes informaron que el parlamento iraní había respaldado el cierre del estrecho, citando a un alto cargo legislativo. Sin embargo, la decisión final sobre el cierre del estrecho recae en el Consejo de Seguridad Nacional de Irán, según el informe.
“Si lo hacen, sería un suicidio económico para ellos, y tenemos opciones para lidiar con eso”, declaró Rubio a Fox News. “Dañaría las economías de otros países mucho más que la nuestra. Sería, creo, una escalada masiva que ameritaría una respuesta, no solo nuestra, sino también de otros”.
Irán produjo 3.3 millones de bpd en mayo, según el informe mensual del mercado petrolero de la OPEP publicado en junio, que cita fuentes de analistas independientes. Exportó 1,84 millones de bpd el mes pasado, la gran mayoría de los cuales se vendieron a China, según datos de Kpler.
Rubio instó a China a ejercer su influencia para impedir que Teherán cierre el estrecho. Aproximadamente la mitad de las importaciones chinas de petróleo crudo por vía marítima provienen del Golfo Pérsico, según Kpler.
“Animo al gobierno chino en Pekín a que los llame para hablar de eso, porque dependen en gran medida del Estrecho de Ormuz para su petróleo”, dijo Rubio.
Los inversores también están atentos a las probabilidades de una mayor desestabilización del régimen iraní como resultado de las hostilidades entre Estados Unidos e Israel, dado el ejemplo del impacto a largo plazo que tuvo sobre los suministros de Libia el derrocamiento de Muammar Gaddafi liderado por la OTAN en 2011.
Las tensiones también han aumentado en el vecino Irak, el segundo mayor productor de la OPEP, donde milicias pro-Teherán han amenazado anteriormente a Washington si éste ataca al líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei.
El domingo, la Guardia Revolucionaria de Irán advirtió que “las bases estadounidenses en la región no son su fortaleza sino más bien su mayor vulnerabilidad”, sin especificar sitios específicos, según comentarios traducidos por Google publicados por la agencia de noticias iraní Fars.
Mientras tanto, los vínculos diplomáticos incipientes, pero revitalizados, entre los antiguos rivales Irán y Arabia Saudita podrían disipar la posibilidad de interrupciones en el suministro del mayor exportador de crudo del mundo.
“El Reino de Arabia Saudita sigue con profunda preocupación los acontecimientos en la República Islámica de Irán, en particular los ataques a las instalaciones nucleares iraníes por parte de Estados Unidos”, declaró el domingo el Ministerio de Asuntos Exteriores saudí. Riad, estrecho aliado de Estados Unidos en Oriente Medio, ha limitado su participación en las ofensivas entre Irán e Israel.
En 2019, cuatro años antes de reanudar las relaciones diplomáticas con Irán, las instalaciones petroleras de Arabia Saudita en Abqaiq y Khurais sufrieron daños durante ataques reivindicados por los hutíes, pero de los que Riad y Estados Unidos responsabilizaron a Irán. Teherán negó su implicación.
Cuando se reanudó el fuego israelí-iraní la semana pasada, el jefe de la Agencia Internacional de Energía, Fatih Birol, dijo que la institución estaba monitoreando los acontecimientos y que “los mercados están bien abastecidos hoy, pero estamos listos para actuar si es necesario”, con 1.200 millones de barriles de reservas de emergencia en espera.









