Hay que estrechar el cerco epidemiológico a todo lo largo de la frontera.
El país debe empeñarse en frenar el elevado nivel de contagio de la escabiasis o sarna que afecta a varios pueblos fronterizos e impedir el ingreso o retorno de otras enfermedades provenientes del vecino Haití, víctima de su grave y prolongada crisis sanitaria.
Nuestras autoridades deben estar alerta ante el incremento de la gripe aviar en Europa y Estados Unidos. Hasta el momento, los productores estadounidenses han sacrificado más de 27 millones de aves
Ojalá que nosotros podamos empezar por controlar o prohibir la importación de aves, como forma de impedir la presencia de un virus que sería letal para nuestra ya agobiada industria y producción avícola afectadas por las alzas de precios de las materias primas.
La prevención, a través de medidas sanitarias y fitosanitarias, constituyen la ruta que reclaman esos inquietantes fenómenos que ponen en riesgo la salud de la población y a un componente vital de nuestra seguridad alimentaria.