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Lisi Fracchia, las manos argentinas de la orfebrería contemporánea

María Muñoz Rivera

Madrid. Lucen sus creaciones la realeza europea y multitud de rostros conocidos, pero la joyera argentina Lisi Fracchia es, además de perito en gemas, una orfebre que defiende este oficio como una disciplina entre el arte y la cultura: “con mis trabajos trato de mostrar que existen miles de gemas bellísimas más allá de las conocidas”.

“El mundo de las gemas no son solo esmeraldas y rubíes, existe una riqueza increíble en cada lugar del mundo”, dice en una entrevista con EFE Fracchia, galardonada con más de diez distinciones a su trabajo, finalista del proyecto artístico Denísova y parte de la Mesa Directiva de Instituto Gemológico Español (IGE).

Fracchia creció ejerciendo como profesora bilingüe en Argentina cautivada por el mundo de las gemas. Al mudarse a Madrid, realizó su primer curso en el ámbito y poco después comenzó su ascenso: el premio Iberjoya en España y el María Preta en Brasil al diseño de autor, ambos en el año 2014 y la antesala a otros muchos.

“No hay receta del éxito, simplemente uno tiene que formarse en cada fase, y eso hice”, dice al ser preguntada por su crecimiento. “Al estudiar para perito de gemas me dijeron que si me formaba como orfebre tendría la mitad del trabajo hecho y podría indicar al engastador en cada proceso”, apunta.

Sus trabajos son un homenaje a sus viajes, empleando gemas e inspiraciones de cada territorio que visita. También son un tributo a la historia, como lo fue su pieza finalista en el proyecto artístico Denísova, en el que se impulsan las creaciones de joyería que rinden culto a la historia.

“Visité el Museo de Arqueología y me maravilló la corona del rey Recesvinto”, dice sobre la joya que recreó para el concurso, una pieza que le llevó cerca de un año de trabajo y que aglutinaba más de 59 gemas de diferentes partes del mundo. “Me quedé maravillada con el trabajo tan magnífico de los orfebres de la época”.

Para la argentina también es un reconocimiento a su carrera que la realeza opte por sus joyas, como es el caso de la reina Letizia. “Son los mejores embajadores porque tu trabajo llega a muchísimas personas”, apunta Fracchia, que busca democratizar la joyería.

“Tengo piezas de plata a partir de 25 euros, y este es un aspecto de los que más me motivan: que todo el mundo pueda tener una pieza buena de gemas naturales, que se extienda ese conocimiento”, explica.

PROYECTOS EN LATINOAMÉRICA

Su meta también es expandir el conocimiento en las joyas de forma cualificada a Latinoamérica. Por eso mismo trabaja en su siguiente proyecto, la creación de un laboratorio gemológico en Argentina, supervisado bajo el Instituto Gemológico Español y que verá la luz este año.

Aunque no cree en trucos mágicos para crecer, sí que destaca dos pilares fundamentales: “Aprender muchos idiomas, que son la barrera entre los aspectos técnicos” y la “constante formación y renovación”, además de participar en concursos, un escaparate de visibilidad para esta disciplina artística.

Asentada en España, donde trabaja en su estrategia junto al periodista y director de Coolhunting Comunicación, Jesús Reyes, presenta sus creaciones en la pasarela Mercedes-Benz Fashion Week Madrid junto a la firma Maison Mesa, mientras mantiene su vista hacia el horizonte con un fin: “Expandir el conocimiento y el amor por el oficio”. EFE

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