— Para dejar todo en claro, el puertorriqueño Francisco Lindor no estaba activamente reclutando al dominicano Juan Soto para que se integrara a los Mets. Mientras soto contemplaba las ofertas de varios equipos, Lindor ni siquiera le envió un mensaje de texto. El informe de la página TMZ que Lindor estaba en Los Ángeles en una misión para convencer a Soto resultó siendo incierto.
Pero Lindor, quien sobresale como uno de los líderes en Nueva York con comunicación directa a los dueños, estuvo consciente desde el inicio que el equipo de Queens tenía previsto entrar con todo a la puja por Soto. Durante sus reuniones de final de campaña con el dueño Steve Cohen y el presidente de operaciones de béisbol David Stearns, Lindor lo confirmó. Luego el infielder dio un paso al lado y observó el proceso avanzar “de igual manera que un aficionado, disfrutando de cada momento y comiéndome las uñas”.
No fue sino hasta que Soto el domingo llegara a un acuerdo récord de 15 años y US$765 millones que Lindor se comunicó con el guardabosque.
“Le dije, ‘Felicidades hermano, disfrútalo’”, recordó Lindor sobre la conversación. “‘Esto es maravilloso para ti y tu familia. Debes tomarte un momento, y después pongámonos a trabajar”.
Soto respondió: “Exactamente. Vamos a trabajar”.
Hablando tendidamente esta semana durante una entrevista vía telefónica, Lindor describió su relación con Soto como casual hasta ahora. El camino de ambos se ha cruzado varias veces durante los años, en el terreno como competidores y en actividades caritativas. Lindor califica a Soto como “un fantástico jugador, gran persona y hombre de familia”, lo que encaja con su punto de vista. Ambos también ven la agencia libre como una decisión muy personal, por eso Lindor no quiso influir en la decisión de Soto.
Si alguien sabe bien por lo que Soto ha pasado durante las últimas seis semanas, es Lindor, quien bajo mucha atención pública estuvo en negociaciones de un contrato de 10 años y US$341 millones antes de la campaña del 2021 — en ese momento, por mucho el mayor contrato en la historia de los Mets, y todavía el mayor para un torpedero en la historia de MLB. Aparte del dinero, Lindor tuvo que contemplar los pros y contras de comprometerse a una franquicia que casi no conocía. Al final, lo hizo porque tenía fe en la visión de Cohen de invertir bastante para armar un éxito sostenible.
“Y ahora, cuatro años después, lo estoy viendo”, indicó Lindor. “Están haciendo todo lo que dijeron que prometieron. Harían un inmenso esfuerzo en los recursos y traer a la gente correcta, gente que le importa la organización, la cultura, los demás aquí, y que quieren ganar. Sí, me siente muy contento por el futuro”.