Ciudad del Vaticano.- El papa León XIV ha respaldado este viernes la candidatura a Patrimonio Inmaterial de la UNESCO de la isla italiana de Lampedusa, símbolo del fenómeno migratorio en el Mediterráneo, y ha animado a proseguir con la acogida como “un baluarte de humanidad” contra la “globalización de la impotencia”.
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“La posición geográfica de Lampedusa y Linosa desde siempre os ha convertido en una puerta de Europa. En las últimas décadas esto ha implicado a vuestra comunidad un enorme esfuerzo para la acogida”, comienza el pontífice en su mensaje en vídeo.
Lampedusa, el enclave italiano más meridional, en plena ruta migratoria del Mediterráneo central, ha presentado este viernes oficialmente su candidatura para ser reconocida como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO como “isla de la acogida”.
Una aspiración respaldada con este mensaje por el propio pontífice, para quien los esfuerzos de Lampedusa por acoger a los inmigrantes africanos “son un patrimonio inmaterial pero real”.
León XIV recogió el agradecimiento de su antecesor, el papa Francisco, cuyo primer viaje fue a Lampedusa en 2013, y reconoció la labor de asociaciones, voluntarios, políticos, sacerdotes, médicos y agentes del orden que ayudan a los inmigrantes que llegan del mar.
“Sois un baluarte de esa humanidad que las razones a gritos, los miedos atávicos y las medidas injustas tienden a quebrantar. No hay justicia sin compasión, no hay legitimidad sin escuchar el dolor ajeno”, reivindicó el pontífice estadounidense.
Asimismo el papa lamento las pérdidas de vidas humanas en los viajes de pateras cargadas de inmigrantes por el Mediterráneo.
“Muchas víctimas – ¡y entre ellas cuántas madres, cuántos niños! – desde las profundidades de nuestro mar gritan no solo al cielo, sino a nuestros corazones. Muchos hermanos y hermanas migrantes han sido sepultados en Lampedusa, y descansan en la tierra como semillas de las que quiere brotar un mundo nuevo”, afirmó.
Aunque también celebró que “no faltan” los casos de muchas personas que sobrevivieron y “ahora viven una vida mejor”.
El pontífice expresó su deseo de que los habitantes de Lampedusa sigan acogiendo a los inmigrantes que llegan, a pesar de que “con el pasar de los años puede llegar el cansancio”.
Por otro lado, retomó el concepto de “globalizacion de la indiferencia” acuñado por Francisco ante el drama migratorio para advertir de su conversión a una “globalización de la impotencia”.
“Frente a la injusticia y al dolor inocente, somos más conscientes, pero corremos el riesgo de quedarnos quietos, silenciosos y tristes, vencidos por la sensación de que no se puede hacer nada”, avisó Prevost.
Y agregó: “¿Qué puedo hacer yo ante males tan grandes? La globalización de la impotencia es hija de una mentira: que la historia siempre ha sido así, que la historia la escriben los vencedores. Entonces parece que nosotros no podemos hacer nada”.
El papa aseguró que “no es así” porque, dijo, “la historia es devastada por los prepotentes, pero es salvada por los humildes, por los justos, por los mártires, en quienes brilla el bien y la auténtica humanidad resiste y se renueva”.
Por eso, del mismo modo que Francisco recetó la ‘cultura del encuentro’ ante esa ‘globalización de la indiferencia’, León XIV propuso una ‘cultura de la reconciliación’ ante dicha impotencia.
“Reconciliarse es una forma particular de encontrarse (…) Hay mucho miedo, muchos prejuicios, grandes muros, incluso invisibles, entre nosotros y entre nuestros pueblos, como consecuencia de una historia herida”, lamentó en su misiva.
El pontífice explicó que “el mal se transmite de una generación a otra” pero también lo hace el bien, por lo que llamó al mundo actual a “reparar lo que está roto” y ejercer la empatía.
“Hay que reparar lo que está roto, tratar con delicadeza las memorias que sangran, acercarnos unos a otros con paciencia, ponernos en el lugar de la historia y del dolor ajeno, reconocer que tenemos los mismos sueños, las mismas esperanzas. No existen enemigos: solo existen hermanos y hermanas”, instó.
Y añadió: “Es la cultura de la reconciliación. Se necesitan gestos de reconciliación y políticas de reconciliación”.
El papa animó a la sociedad a “seguir adelante juntos por este camino de encuentro y de reconciliación” para “multiplicar las islas de paz” que lleguen a “todos los pueblos”. EFE