Javier Herrero
Madrid.– Laura Pausini se siente emocionada porque se ha entendido que está “sinceramente enamorada de lo que hace” y de la comunidad hispanohablante, así que no le dan “las costuras del cuerpo” para contener el “orgullo” de ser la primera italiana nombrada Persona del Año por su música y su faceta filantrópica.
“Siempre intenté ser un buen ser humano antes que una buena cantante y estoy contenta con la mujer que soy”, dice la artista en una entrevista con EFE, después de conocerse este miércoles que la Academia Latina de la Grabación la ha distinguido como Persona del Año 2023.
La cantante comenta que ha crecido “viajando por España y Latinoamérica” y ha conocido de cerca a mucha gente y sus problemas.
“Hay cosas que no te atreves a soñar porque no existen precedentes, como cuando me nominaron al Oscar con una canción en italiano”, recuerda.
“Nunca un artista no nacido en España o Hispanoamérica había ganado este título (Persona del Año) y, aunque yo cantara en español, no pensé que podría ser candidata, así que, cuando me llamaron de la Academia Latina, pensé que había hecho algo raro”, confiesa con sentido del humor.
GRACIAS A SU PADRE
Confirmada la noticia, comenta que se quedó “sin aliento y sin palabras” y pidió poder anticipárselo a sus progenitores, especialmente a su padre.
“Él fue fundamental en mi carrera, porque me permitió cantar desde niña a su lado. Gracias a él aprendí lo que significa ser un cantante y un compositor, el valor de las letras, porque me traducía las canciones de otros idiomas”, rememora.
Conoció a muchos de sus referentes en español junto a su padre, así que, cuando en 1993, con tan solo 18 años, ganó el Festival de Sanremo (Italia) y surgió la oportunidad de grabar en esta lengua, asegura que no se lo pensó y publicó un primer disco en 1994.
Pausini le da por todo ello una gran importancia a este reconocimiento. “Las costuras de mi cuerpo no son suficientes para mantener dentro mi corazón, que en estos 30 años haya quien ha comprendido que estoy sinceramente enamorada de lo que hago y de todos vosotros”, asegura conteniendo las lágrimas.
“Ya ser nominada a algo es un orgullo -apunta-, pero cuando lo ganas, pienso que recojo con mi mano algo que es para muchas más personas que me eligieron como su voz, que es como ir directo a sus casas a darles las gracias.”
UNA MUJER SOLIDARIA
Junto con su faceta multilingüe y multicultural (ha cantado en seis idiomas), la academia también ha querido reconocer el lado filantrópico de Pausini en causas a favor de la comunidad LGTB, el feminismo, contra el maltrato, la lucha contra el hambre y actividad en pequeños hospitales.
“Eso significa que algunas de las cosas que he hecho han llegado a otros y que quizás eso sea una buena influencia para que más personas puedan animarse a ayudar”, celebra; y también fueron sus padres los que, con sus visitas cada Navidad a un asilo de ancianos sin compañía, le inculcaron el valor de la “fraternidad”.
Precisamente uno de sus hermanos en la música, el español Alejandro Sanz, sorprendía hace unos días con unos tuits en los que confesaba que su salud mental no pasaba por su mejor momento; ella también atravesó unos años en los que sintió que se había acabado su conexión con la música.
“Le llamé por teléfono. Las personas que somos más emotivas nos tocan las cosas especialmente. Yo siempre parezco muy alegre y muy fuerte sobre el escenario, pero cuando bajo también soy mucho más frágil y es fácil hacerme daño”, se sincera Pausini.
A los cantautores como Alejandro, que hablan desde el alma, “no les da miedo pedir ayuda y contar toda su inquietud o su dicha y pienso que poder hablar de ello significa que, de alguna manera, ya están superando el miedo”, añade con optimismo.
Esboza una de las causas que puede conducir a una gran figura a asomarse al abismo de vez en cuando: “Cuando tanta gente te ama y tienes reconocimientos como éste, piensas: ‘¿Qué hice para merecerlo?’. Porque el premio se queda para siempre y es una responsabilidad (…) y esas responsabilidades a veces no te ves capaz de sobrellevarlas”.
En plena preparación de un nuevo álbum y de una gira mundial que le servirá como luna de miel con su pareja, el guitarrista italiano Paolo Carta, Pausini afirma que ella ya superó el debate interior con su profesión.
“Puedo decir que la música es mi amante en este momento y que ya no puedo vivir sin ella”, apostilla una mujer “que ha tenido mucha suerte y que quiere luchar por mantenerla”. EFE