Las flores y las plantas reducen hasta un 20 % las partículas contaminantes en hogares, escuelas y hospitales, salvaguardando la salud de los ciudadanos en el interior de los edificios, revela un estudio.
“La introducción de algunas variedades específicas de plantas de interior como la sansevieria, la chamaedorea, la yuca, el ficus y la cheflera provocó un descenso de la quinta parte de la concentración de dióxido de carbono (CO2), un componente que provoca dolores de cabeza”, durante la elaboración del estudio, informó Coldiretti, la mayor asociación de agricultores y ganaderos italianos y que ha colaborado en el informe.
Además, “la concentración de partículas pm2,5, extremadamente peligrosas para la salud porque por su tamaño pueden llegar incluso a los alvéolos pulmonares, descendió un 15%”, según la experimentación efectuada en Florencia (centro de Italia).
El estudio confirma el poder de la vegetación “para combatir el llamado ‘síndrome del edificio enfermo’ en escuelas, oficinas, hospitales y ambientes” donde las personas “desarrollan entre el 85 y el 90 %” de sus vidas, indicó en un comunicado.
Las plantas “ya representan una importante solución para mejorar la calidad de vida en las calles, teniendo en cuenta que una planta adulta es capaz de capturar del aire entre 100 y 250 gramos de partículas, mientras que una hectárea de plantas es capaz de succionar del ambiente hasta 20,000 kilos de CO2 al año, según un análisis de Coldiretti”.
El estudio ha sido elaborado por el Instituto de Bioeconomía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Ibe-Cnr) en colaboración con Coldiretti y las asociaciones floricultores y floristas italianos Affi y AssoFloro.