PUERTO PRINCIPE.- Pocos países del mundo dependen tanto de la ayuda exterior de Washington como Haití. Desde octubre del 2023 (inicio del año fiscal 2024), la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID) ha destinado 368 millones de dólares en contratos y subvenciones para actividades en el país caribeño, según revela un análisis de datos sobre gastos del Gobierno estadounidense, realizado por el Centro de Investigación en Economía y Política (CEPR, por sus siglas en inglés).
Muchas de estas subvenciones son para programas plurianuales y resulta casi imposible calcular el importe total de los fondos afectados por la congelación temporal de la ayuda extranjera de EE.UU., ya que afecta a fondos que habían sido entregados a contratistas o beneficiarios, explicó Jake Johnston, director de Investigación Internacional del CEPR en un artículo, publicado este martes. No obstante, como mínimo la decisión de Donald Trump detendría unos 330 millones de dólares en compromisos pendientes para programas en curso.
¿Quién capta gran parte del presupuesto de la USAID para Haití?
El experto detalló que la gran mayoría del gasto de la USAID va a organizaciones o empresas no en los países receptores, sino en el mismo país norteamericano. A partir de principios de la década del 2000, varias empresas estadounidenses de desarrollo con ánimo de lucro «adquirieron importancia y empezaron a captar una parte cada vez mayor del presupuesto de la USAID». También dominaron la reconstrucción de Haití tras el fuerte terremoto del 2010 y, en los 10 años posteriores al desastre natural, recibieron más de la mitad de todo el gasto relacionado con Haití. Por ejemplo, las compañías Chemonics International, con sede en Washington D.C., y Development Alternatives Inc. (DAI), de Maryland, obtuvieron más del 20 %, evidencia el análisis.
En diciembre del 2024, el mayor contratista de la USAID, Chemonics, recibió un contrato de 25 millones de dólares para implementar un programa titulado ‘Renovación y Avance de la Justicia’. A su vez, DAI está ejecutando tres programas diferentes en Haití: uno destinado a mejorar los sistemas hídricos, uno centrado en la reforestación y otro en el sector agrícola. Hay casi 25 millones de dólares comprometidos, pero aún no desembolsados, para la empresa a través de estos tres programas, subrayó Johnston.
Por su parte, la compañía de consultoría e ingeniería Tetra Tech, con sede en California, supervisa un programa a 5 años y 24 millones de dólares centrado en la seguridad ciudadana. Quedan por desembolsar casi 20 millones de dólares, de acuerdo con el experto.
¿Qué queda para las entidades haitianas?
Al mismo tiempo, el CEPR señaló que solo el 7,6 % del presupuesto de la agencia federal para Haití desde octubre del 2023 fue directamente a las organizaciones de la nación caribeña, aunque un porcentaje mayor llega a las entidades haitianas a través de subcontratos y no hay información detallada a este nivel.
El mayor receptor haitiano es la Fundación SEROvie, que presta servicios a jóvenes en situación de riesgo, especialmente en relación con el tratamiento del VIH/sida. Desde octubre del 2023, la organización ha recibido 8,8 millones de dólares, y la congelación de la financiación podría detener al menos 2,5 millones de dólares adicionales, señaló Johnston.
La congelación también afectará a unos 1,4 millones de dólares en fondos para Papyrus S.A., una empresa local que ejecuta el Programa de Fortalecimiento de la Sociedad Civil de la USAID (de 7,5 millones de dólares) y trabaja con organizaciones locales para ayudarles a cumplir con los requisitos de financiación de la agencia, apuntó el CEPR, añadiendo que «tales esfuerzos son erróneos, ya que la ayuda exterior debe tener como objetivo aumentar la capacidad de las organizaciones locales para obtener resultados».
¿Cuál es el mayor ‘recipiente’ del dinero de la USAID?
Al mismo tiempo, de los 368 millones de dólares comprometidos desde principios del año fiscal 2024, alrededor del 40 % se ha destinado directamente al Programa Mundial de Alimentos (PMA), Unicef, la Organización Panamericana de la Salud, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el Fondo de Población de las Naciones Unidas, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, señaló Johnston.
El PMA y la OIM han sido los dos mayores receptores de fondos de la USAID en los últimos años. El experto destacó que, a diferencia de la mayor parte de la asistencia alimentaria estadounidense, la financiación del PMA incluye un apoyo significativo a los productores locales y lleva adelante un programa de almuerzos escolares en Haití, que benefició a casi medio millón de personas el año pasado. «El objetivo del Gobierno es que todos los alimentos en las escuelas sean de producción local, y queremos ayudar a que eso suceda», dijo recientemente Wanja Kaaria, directora del PMA en Haití.
Este martes, la ONU también comunicó que Estados Unidos ha congelado sus contribuciones financieras a un fondo de las Naciones Unidas para una misión multinacional de apoyo a la seguridad en Haití, una medida que detendría 13,3 millones de dólares en ayuda pendiente.
¿UNA INTERVENCION POLITICA?
Asimismo, el CEPR informó en el 2015 que la agencia estadounidense otorgó casi 100.000 dólares a un movimiento político haitiano con estrechos vínculos con el expresidente de Haití, Michel Martelly, durante las elecciones del 2010 en el país.
Johnston detalló que el pasado septiembre, la USAID entregó un millón de dólares al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que gestiona el ‘fondo colectivo’ para que los donantes proporcionen financiación al Consejo Electoral Provisional de la nación caribeña que gestionará el próximo proceso electoral, actualmente previsto para este otoño, siendo estas las primeras elecciones en Haití desde el 2016.