La fatalidad le llegó a seis ciudadanos atropellados por un camión en una comunidad de Azua, mientras departían en un centro de diversión la madrugada de este domingo.
La pérdida de control del camión cargado de aguacates por parte del conductor que emprendió la fuga, ocasionó la tragedia que mantiene en estado de gravedad a otros afectados por el accidente.
Mientras se establecen las causas del siniestro, es de rigor reiterar con pesar que tragedias de igual, menor o mayor grado se han registrado y se registran con preocupante frecuencia en avenidas, calles y carreteras del país.
Por varios años, la República Dominicana viene ocupando el doloroso posicionamiento entre los dos primeros países con mayor cantidad de muertes por accidentes de tránsito en todo el mundo.
Desde las precarias condiciones de calles y avenidas, pasando por deficientes diseños de autopistas, hasta el irresponsable proceder de conductores de vehículos pesados y livianos sin el debido control de las autoridades, siguen trayendo consigo tragedias como la de Azua.
Emprender los correctivos de lugar ante el deterioro en calles, avenidas y carreteras, volver sobre la vigilancia y prevención en las pistas con suficientes unidades y aplicar con todo rigor y ampliar las leyes de tránsito junto a programas permanentes de orientación ciudadana, han de constituirse en una impostergable prioridad del Estado.