Madrid.– El nuevo jefe de la Casa del Rey, el diplomático Camilo Villarino, asumirá el cargo en febrero en puertas del décimo aniversario del reinado de Felipe VI, con retos como la formación de la princesa Leonor y la situación de Juan Carlos I, padre del monarca.
Otra de las tareas a las que se enfrentará Villarino, actual director de gabinete del alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, será la de tratar de recomponer la relación de la monarquía con el independentismo catalán, cuando sustituya a Jaime Alfonsín al frente de la maquinaria del Palacio de la Zarzuela, residencia oficial de los reyes.
La formación de Leonor de Borbón
Tras jurar la Constitución al cumplir 18 años el pasado 31 de octubre, la princesa Leonor, heredera al trono, tiene por delante proseguir con su formación militar de tres años, iniciada en la Academia de Zaragoza y que continuará en las de Marina y Aire en los dos siguientes cursos, etapa previa a su paso por la Universidad.
A Villarino le corresponde aportar su visión sobre algunas incógnitas que rodean los futuros pasos de la princesa de Asturias, como si recibirá una asignación del Estado tras su mayoría de edad, si dispondrá de una estructura propia en el palacio de la Zarzuela, o cuándo hará su primer viaje institucional al extranjero.
El ‘exilio’ del rey Juan Carlos
Normalizadas sus visitas a España tras instalarse en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) en 2020, el nuevo jefe de la Casa del Rey también debe fijar su posición sobre el padre de Felipe VI y si se prolongan medidas como el veto a participar en actos institucionales o a que pernocte en la Zarzuela.
Juan Carlos I sigue siendo miembro de la familia real, pero sin ningún rol y sin retribución del Estado después de que se la retirara su hijo por la polémica de sus irregularidades fiscales.
Tender puentes con el independentismo
El discurso del monarca el 3 de octubre de 2017 para expresar su rechazo frontal al desafío separatista catalán, después de que el parlamento de esa región española aprobara una declaración unilateral de independencia, hizo volar la relación con los partidos independentistas, que situaron al monarca en el centro de sus críticas, alentaron el grito de “Cataluña no tiene rey” y renunciaron a asistir a actos organizados por la Corona.
Con el proyecto de amnistía para los implicados en el proceso independentista, puesto en marcha en el Congreso, está por ver si la etapa de distensión propiciada por el Gobierno del socialista Pedro Sánchez con los separatistas de Junts y ERC tiene también efecto en el trato hacia Felipe VI.
Ahondar en la regeneración de la Corona
La publicación del patrimonio del rey -2,5 millones de euros netos- en abril de 2022 fue la última medida de calado adoptada en materia de regeneración de la monarquía, si bien Alfonsín no cerró la puerta a dotar de más transparencia a la institución con nuevas iniciativas. “El proceso no se agota con esta decisión”, apuntaron entonces en la Zarzuela.
A Villarino le corresponde concretar si se dan nuevos pasos, como actualizar el patrimonio del monarca o si se va a informar sobre el que pueda tener la princesa Leonor.
A todo esto se une también la tarea de renovación en el equipo directivo de la Zarzuela y de incrementar la incorporación de mujeres. EFE