Pedro René Almonte M.
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El contexto político, social y económico de ambos países (República Dominicana y Venezuela) nos dificulta hacer una comparación, sobre cuál será la conclusión en las elecciones del año próximo en ambas naciones.
Por un lado, está Nicolás Maduro dispuesto a la “reelección eterna” y en la acera de enfrente está María Corina Machado, quien es ya la candidata de la “oposición unida” que enfrentará al Estado Venezolano y a su candidato, ahora con un plus de dificultad, ya que Estados Unidos se apresta a suprimir las sanciones energéticas y mineras con las que ha sido castigada Venezuela por muchos años. ¿A quién beneficia esta medida? Sí, beneficia al mismo que dijo que Hugo Chávez se le apareció en forma de pajarito. Nicolás Maduro.
En tal sentido, está una oposición venezolana con una representante, que ayer ganó sus primarias, María Corina Machado, quien desde ya enfrenta dos situaciones difíciles. La primera es que: dicha candidata se encuentra inhabilitada por una medida de la Contraloría General de la Republica que invoca una excusa administrativa. La segunda es que: ayer el candidato de Acción Democrática, Carlos Prosperi ponía en dudas el buen criterio de la comisión de primarias. Así va la “oposición unida” venezolana.
En otro orden , un poco más al norte está la Republica Dominicana , donde está por verse si la oposición política , será una copia caribeña de la venezolana , o por el contrario , depondrá sus intereses particulares y pondrá en primer orden rescatar nuestro país del agujero negro en el que se encuentra.
Asimismo, mientras la oposición se reúne y discute que van hacer, tenemos un presidente en reelección, con las manos llenas de miel para embarrarle la boca a los sedientos de algo dulce. Los partidos minoritarios que ven en las agencias del Estado su modo de sobrevivencia, no han dudado en alzar la mano de quien por el momento firma los decretos y maneja el presupuesto nacional. Mientras la oposición decide si unirse o tragarse entre ellos. El oficialismo suma.
Alguien me dijo alguna vez: “Un gobierno malo le gana a una oposición divida y Venezuela es el ejemplo más práctico para reafirmarlo”.