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“La manta” y sus múltiples facetas

Jorge Luis Torres

Hay peloteros que dejan un legado actuando como jugadores, otros continúan su labor fuera del terreno, y se crean leyendas en ambas facetas del juego.

Felipe y Moisés Alou son claros ejemplos de lo citado al inicio, artífices de la Liga Dominicana de Béisbol (Lidom) que fueron estrellas como peloteros, y mantuvieron ese honor con los Leones del Escogido luego de retirados. Felipe como dirigente y Moisés gerente.

Héctor De La Cruz, mejor conocido como “La manta”, es un baluarte de la Lidom que, en sus años como jugador con los escarlatas, dejó escrito su nombre, e hizo lo propio cuando colgó los ganchos y tomó el lapicero para hacer la labor de oficina en el béisbol.

La manta se considera como un hombre de béisbol, al que no le importa el cargo que esté desempeñando siempre que sea cerca de la arena, la grama, los bates y una esférica con costuras.

“Siento que si dejo el terreno no sería el mismo. Yo me disfruto venir al pley, compartir con los jugadores, los dirigentes y los fanáticos. Esto es lo que yo sé hacer, y lo que decidí trabajar”, manifestó De La Cruz, quien se está con el Escogido como coach de tercera en esta temporada invernal.

Los Leones del Escogido fue el primer conjunto que La manta dirigió en la pelota de invierno dominicana. Esto fue en la temporada 2006-07, luego de trabajar con los Tigres del Licey como coach.

Catalogó como un honor volver a estar con el equipo que se desarrolló como jugador, y el primero que le dio la oportunidad para ser mánager.

“Siento que ese clubhouse es mi hogar. Ahí tuve mis primeros pasos como pelotero y como dirigente. Aunque la gente me recuerda con el Licey, este es mi hogar”, aseveró La manta.

En la actual campaña, los rojos conformaron un equipo de reconocidos nombres, así como también nóveles jugadores con sobrado talento.

Durante el paso de la temporada 2023-24, jugaron para el Escogido José Ramírez, estelar de Cleveland; Franmil Reyes, resonado jugador, así como los prospectos Junior Caminero, Héctor Rodríguez y Marcos Luciano, de Tampa, Cincinnati y San Francisco, respectivamente.

Sobre el talento de los Leones, De La Cruz afirmó que hay una química excepcional en la cueva roja, donde existe la cordialidad y familiaridad de los peloteros para con los coaches.

“Es impresionante como estos jugadores nos tratan. Soy recién integrado al equipo y cada uno de estos jóvenes me tratan con respeto, igual el staff”, adujo La manta.

Además de su trabajo como coach de tercera, La manta también se encarga de ayudar con la defensa del infield y el entrenamiento de las bases recorridas.

Aseguró que siempre está en disposición de aportar con su experiencia al dirigente rojo, Víctor Estévez.

Luego de la temporada 2006-07, Héctor De La Cruz se fue al lado izquierdo del Estadio Quisqueya, para dirigir a los Tigres por dos temporadas.

La manta ha pertenecido a cinco de los seis equipos de la Lidom, con excepción de las Águilas Cibaeñas. Sobre ese caso, expresó que la oportunidad no ha llegado, pero que está abierto a ello.

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