En la República Dominicana la inflación interanual desde julio de 2023 hasta julio de 2024 fue de 3.54% siendo de las tasas más bajas en los últimos años.
Sin embargo, esto no se refleja de la misma forma para cada sección de la sociedad dominicana, llegando a ser más afectados los grupos con ingresos más bajos que los que poseen ingresos altos. De acuerdo con un análisis del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES), todos los quintiles han experimentado un incremento en su Índice de Precios al Consumidor (IPC) desde octubre de 2020. Sin embargo, el Quintil 1, que agrupa a los hogares con menores recursos, es el más afectado por la inflación, en gran parte debido a que una mayor proporción de su ingreso se destina a bienes y servicios básicos, cuyo precio ha aumentado en mayor medida.
Para las personas pertenecientes al primer quintil, el gasto en alimentos representa el 31.2% del consumo de sus hogares, pero para el otro extremo, en el quinto quintil, solo representa el 20.7%. En consecuencia, el aumento que sufrió en julio el grupo de alimentos y bebidas no alcohólicas de 1.42% afectó mucho más a las personas de bajos ingresos que a los del grupo de ingresos más altos.
Los datos del CREES indican que en julio de 2024, la tasa de inflación para las personas con menos ingresos alcanzó un 0.74%, superando al grupo de personas con más ingresos, que registró una tasa de inflación de 0.31%. Esta diferencia de 43 puntos básicos entre los dos extremos de la distribución de ingresos indica una mayor presión inflacionaria sobre los hogares de menores ingresos.
La inflación significa pérdida del poder adquisitivo, en otras palabras, aunque las personas tengan la misma cantidad de dinero este les permite comprar menos cosas. La inflación, que siempre es un fenómeno monetario, es decir del aumento de la cantidad de dinero en proporción a la producción, termina afectando a los más pobres.
“Es por lo anterior, que en todas partes del mundo, las autoridades monetarias deben ser cautas al momento de diseñar políticas monetarias expansivas. Estimular de manera artificial a la economía tiene consecuencias sobre la pérdida de valor de la moneda y, en particular, sobre la pérdida de poder adquisitivo de los más pobres”, dice el CREES.
En contraste, en el mes de junio se observó que las personas de ingresos bajos experimentaron una inflación de 0.56%, mientras que en julio fue 0.74%. Por otro lado, para las personas con ingresos más altos la inflación bajó, ya que pasó de 0.43% a 0.31