Ilya U. Topper
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Nicea (Turquía).- La iglesia en la ciudad turca de Nicea donde ese viernes día 28 rezará el papa León XIV y donde recordará el primer concilio ecuménico de la cristiandad, celebrado hace 1.700 años, se levanta justo en el lugar donde se reunió aquel cónclave, según han confirmado arqueólogos turcos a EFE.
El pontífice pronunciará este rezo, calificado de ecuménico, es decir integrador de todas las ramas del cristianismo, ante las ruinas de la iglesia de San Neófito, en la orilla del lago de Iznik, el nombre moderno de Nicea.
Fue en ese lugar donde hace 1.700 años aquel concilio consensuó el hasta hoy fundamental dogma de la santísima trinidad, que otorga a Jesucristo la plena condición divina, al mismo nivel que Dios padre, y que también buscó un arreglo para calcular la fecha de la Semana Santa.
Se puede dar por seguro que el cónclave se celebró justo en ese lugar, indica a EFE el arqueólogo turco Mustafa Sahin, catedrático de la Universidad Uludag de Bursa, que ha participado en las excavaciones iniciadas en 2015 en las ruinas sumergidas de una iglesia levantada sobre el templo original.
Una prueba de ello es que el fresco del Salón Sixtino en la Biblioteca del Vaticano que representa el cónclave, pintado hacia 1588 por Cesare Nebbia, muestra la orilla de un lago en la esquina superior izquierda, recuerda Sahin.
La mayor iglesia de Nicea
Además, el templo excavado ahora, con unos 800 metros cuadrados, era el más grande de la ciudad, mayor incluso que la iglesia bizantina de Santa Sofía en el centro de la ciudad.
La iglesia original, construida poco antes del concilio y dedicada a San Neófito, fue destruida por un terremoto en el 359, 34 años después de celebrarse el concilio, según se ha podido constatar en las excavaciones, agrega Sahin.
No fue hasta 380 que se edificó en el mismo lugar el nuevo templo, llamado iglesia de los Santos Padres en memoria de los obispos participantes en el concilio.
Sahin apunta que la existencia de este templo fuera de los muros de la ciudad de Nicea está atestiguada también por el cronista Gregorio de Cesarea en el siglo IX, al consignar que el comandante de las tropas omeyas que sitiaron la ciudad sin éxito en 727 rezó en la iglesia dedicada a los padres del concilio.
Este segundo templo fue destruido por otro sismo de magnitud 9 en 1065 y aunque ya no se volvió a restaurar, siguió en uso hasta el siglo XIII, como atestiguan las monedas encontradas en el baptisterio.
Los restos inclusos se rodearon con un muro para protegerla contra la subida de las aguas del lago, agrega el experto.
Yusuf Kahveci, arqueólogo del museo de Nicea, apunta en conversación con EFE que las imágenes de santos y objetos sagrados fueron trasladados a otras iglesias, e incluso se reutilizaron las piedras, por lo que las excavaciones han sacado a la luz un tesoro relativamente modesto.
Engullida por el lago
A partir del siglo XIII, el nivel de aguas del lago de Iznik empezó a subir hasta cubrir las ruinas, dejando los fundamentos a unos dos metros de profundidad.
Las ruinas no se redescubrieron hasta 2014, gracias a una foto aérea.
En realidad, la población local conocía bien los muros sumergidos a pocos pasos de la popular playa del lago, pero sin sospechar su origen cristiano, precisa Sahin.
Tras una década de excavaciones, el conjunto, bajo gestión del Ministerio de Cultura y Turismo turco, se abrió al público a finales del pasado octubre, junto a un centro de visitantes y un pequeño museo.
Aunque en su día se anunció que el yacimiento sería un subacuático, el retroceso de las aguas dejó ya en 2024 el conjunto en terreno seco.
Mientras que Sahin cree que la bajada del nivel del agua se debe al calentamiento global, su colega Kahveci cree que la causa es el uso intensivo del agua dulce para la agricultura y la industria local.
Ahora, en noviembre, solo unos pocos visitantes locales admiran las ruinas, situadas en lo que parece casi un parque natural, con bandadas de fochas y ánades, así como alguna garza que pesca entre las piedras milenarias. EFE









