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Santo Domingo

La honestidad: eje del discurso reeleccionista de Luis Abinader

Francisco Tavárez

En la tarde del día de ayer el presidente Luis Abinader sorprendió a la población al anunciar que buscará la reelección. Podría decirse que ahí estuvo la sorpresa, no en su decisión que a todas las luces ya se venía observando.

La idea de reelegirse no le afecta en nada pues no tiene impedimento constitucional, pero el presidente fue muy prudente y cauto pues, aunque podía anunciarlo desde el inicio, esperó a que avanzara su gobierno lo suficiente de manera que pudiera tantear si los vientos le soplaban a su favor quizá para no cometer el mismo error que Hipólito Mejía en el año 2004.

El anuncio lo hizo por las redes sociales que fue difundido primero por WhatsApp y luego en sus cuentas oficiales eliminando así las expectativas que estaban puestas para su discurso del miércoles 16 de agosto que pronunciará desde Pedernales por lo que muchos se preguntan ¿afectará esto la atención?, en lo particular pienso que no.

En sus palabras se apoyó en el discurso de la honestidad como valor que le llevó a ganar la confianza ciudadana y que ha guiado su ejercicio en lo que lleva de su administración.

Su tono era el de alguien que definitivamente está en campaña pues hizo una especie de recorrido por las diferentes situaciones que ha tenido que enfrentar en sus casi tres años de gestión, la manera en cómo ha salido airoso, y señalando como puntos principales la recuperación de la economía, la reactivación del turismo, la duplicación de las ayudas sociales, entre otras cosas. Sus palabras textuales fueron las siguientes:

«Después de una profunda reflexión, entendí que el país está por encima de mi tranquilidad familiar o personal, por eso comunico hoy, mi decisión de participar en las elecciones internas del Partido Revolucionario Moderno para ser su candidato a la presidencia de la República en las elecciones del 2024, porque todavía hay desafíos que enfrentar, oportunidad para aprovechar y cambios a realizar», dijo Abinader en el vídeo, de 2:35 minutos de duración.

Al final del mensaje reeleccionista indicó: «Quiero que sigamos construyendo sobre los logros que hemos alcanzado juntos, trabajando con el mismo entusiasmo e intensidad de siempre. ¡Sigamos creyendo en el poder de la honestidad!».

Es evidente que el discurso de la honestidad es poderoso si lo comparamos con todo lo que hemos visto que sucedió en los gobiernos del PLD, sin embargo, el mismo es también un desafío que necesita pulirse en el gobierno de Luis Abinader.

Si bien es cierto hay funcionarios que han sido destituidos (y eso se le debe reconocer) en más 30 casos de corrupción de su gobierno no se ha visto un solo funcionario que haya sido sometido a la justicia o que exista alguna condena sobre él.

El único que ha llegado a un juicio de fondo fue el exadministrador de la Lotería Nacional, Luis Maisichell Dicent, y fue declarado no culpable de un fraude que significó más de 500 millones de pesos.

Otros funcionarios fueron destituidos por escándalos a su alrededor, pero fueron protegidos al designarlos como ministros sin cartera o asignarles otras funciones.

Hay casos que han quedado en el limbo como algunas denuncias en el Ministerio de la Juventud, Autoridad Portuaria de Puerto Plata, Ministerio de Educación, entre muchos otros.

Así que la honestidad, para que realmente sea un valor a considerarse, debe verse incluso con los funcionarios con quienes el presidente tiene una relación más allá de la simple administración pública, sino de amistad.

La honestidad es su gran desafío.

 

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