Las consecuencias económicas de El Niño pueden persistir varios años después del fenómeno en sí y costar billones en pérdidas de ingresos en todo el mundo, indica un estudio que publica hoy Science.
En los años en que se produce, El Niño desencadena cambios climáticos de gran alcance que provoca inundaciones devastadoras, sequías que acaban con las cosechas, la caída en picado de las poblaciones de peces y un repunte de las enfermedades tropicales.
Con la previsión de que El Niño regrese este año, un equipo del Dartmouth College (EE.UU) publica un estudio que es uno de los primeros en evaluar sus costes a largo plazo y señala pérdidas muy superiores a las estimadas por investigaciones anteriores.
El equipo usó modelos y examinó la actividad económica mundial en las décadas posteriores a los fenómenos de El Niño de 1982-83 y 1997-98, descubriendo una “firma persistente” de ralentización del crecimiento económico más de cinco años después.
A nivel mundial, a los efectos de El Niño pueden atribuirse pérdidas globales de ingresos de 4,1 billones y 5,7 billones de dólares, respectivamente, en la media década posterior a cada uno de esos dos fenómenos estudiados, la mayor parte a cargo de las naciones más pobres de los trópicos.
Los investigadores prevén que las pérdidas económicas mundiales en el siglo XXI asciendan a 84 billones de dólares, ya que el cambio climático podría amplificar la frecuencia y la intensidad de El Niño, incluso si se cumplen los compromisos actuales de reducir las emisiones de carbono, señala el Darthmouth College en un comunicado.
Los investigadores calculan que el fenómeno de El Niño previsto para este año podría frenar la economía mundial hasta en 3 billones de dólares de aquí a 2029.
“Podemos afirmar con certeza que las sociedades y las economías no se recuperan por sí solas”, afirmó Christopher Callahan, firmante del estudio y agregó que sus datos sugieren que una recesión tras El Niño puede durar hasta 14 años, si no más.
“En los trópicos y en los lugares que sufren los efectos de El Niño, el crecimiento se retrasa durante al menos cinco años”, explicó. “Nunca se ha cuantificado del todo el precio agregado de estos fenómenos: hay que sumar todo el crecimiento deprimido en el futuro, no sólo cuando se produce el fenómeno”.
El estudio indica que los fenómenos de 1982-83 y 1997-98 hicieron que el Producto Interior Bruto de Estados Unidos fuera aproximadamente un 3 % inferior en 1988 y 2003 de lo que habría sido de no haber sido por ellos.
Sin embargo, el PIB de naciones tropicales costeras como Perú e Indonesia fue inferior en más de un 10 % ese mismo año.
El patrón global del efecto de El Niño en el clima y en la prosperidad de los distintos países “refleja la distribución desigual de la riqueza y el riesgo climático, por no mencionar la responsabilidad del cambio climático, en todo el mundo”, afirmó el también autor del estudio Justin Mankin, del mismo centro educativo.
El Niño -agregó- “amplifica las desigualdades más amplias del cambio climático, afectando desproporcionadamente a los menos resistentes y preparados de entre nosotros”