Los Knicks de Nueva York decidieron apostar por la experiencia de Mike Brown como nuevo entrenador, confiando en su historial con equipos campeones y su capacidad para liderar un proyecto con aspiraciones altas.
Tras la salida de Tom Thibodeau, a pesar de los logros recientes, la franquicia neoyorquina no quiso perder tiempo y anunció este lunes la contratación del dos veces Entrenador del Año de la NBA.
El presidente del equipo, Leon Rose, explicó que Brown representa el perfil ganador que el equipo busca para dar el siguiente paso. “Mike ha estado en los escenarios más exigentes de nuestro deporte y trae consigo un pedigrí de campeón. Su recorrido por múltiples finales, su habilidad para formar talento joven y su compromiso con el desarrollo colectivo son cualidades que valoramos profundamente”, señaló en un comunicado.
Brown ha acumulado una trayectoria respetable en la NBA. Con un récord de 454 victorias y 304 derrotas a lo largo de 11 temporadas como entrenador principal, ha demostrado consistencia, ganando al menos 45 partidos en siete campañas. Su impacto más reciente se vio en Sacramento, donde en la temporada 2022-23 llevó a los Kings a la postemporada por primera vez desde 2006, con un balance de 48-34 que le valió el premio a Entrenador del Año.
Antes de eso, Brown ya había dirigido a los Cleveland Cavaliers hasta las Finales de 2007. Como asistente, fue parte de cuatro campeonatos: uno con los San Antonio Spurs en 2003 y tres con los Golden State Warriors (2017, 2018 y 2022). Durante los playoffs de 2017, incluso asumió temporalmente las riendas del equipo por la ausencia de Steve Kerr, logrando un impecable 12-0.
El panorama actual luce prometedor para los Knicks. El equipo viene de disputar las Finales de la Conferencia Este, algo que no sucedía desde hace 25 años, y ha ganado al menos 50 partidos en las últimas dos campañas. Además, eliminó al entonces campeón Boston Celtics antes de ser superado por los Indiana Pacers en seis juegos.
Con los Celtics en plena reestructuración y la baja de Tyrese Haliburton —quien se perderá toda la próxima temporada por una grave lesión—, Nueva York se perfila como uno de los principales contendientes del Este. La plantilla cuenta con figuras como Jalen Brunson y Karl-Anthony Towns, ambos seleccionados al All-NBA. A esto se suman las recientes incorporaciones del dinámico escolta Jordan Clarkson, reconocido como uno de los suplentes más productivos de la liga, y del versátil francés Guerschon Yabusele, que llega desde Filadelfia.
Si bien Thibodeau logró estabilizar a la franquicia y meterla consistentemente en los playoffs, su renuencia a darle minutos a ciertos jugadores del banquillo habría pesado en la decisión de prescindir de sus servicios. Brown, con un enfoque más abierto al desarrollo y uso de su plantilla completa, representa una nueva filosofía que los Knicks esperan que los acerque al tan ansiado campeonato.
Con un equipo profundo, ambicioso y con hambre de gloria, Mike Brown tendrá la misión de convertir ese potencial en resultados. La ciudad de Nueva York, fiel seguidora de su equipo, espera que esta vez sí sea la definitiva.