MIAMI. En un Grupo D que incluye a las potencias de Venezuela, Puerto Rico y República Dominicana, no mucha gente le está dando a Israel la oportunidad de salir del grupo y profundizar en el Clásico Mundial de Béisbol 2023.
Pero así es exactamente como les gusta.
Recuerde, este es el mismo equipo que conmocionó al mundo durante el WBC ’17, ganando sus primeros cuatro juegos del torneo y llegando a la segunda ronda. Seis años después, Israel espera una historia de Cenicienta similar pero con un final aún mejor.
Esa historia tuvo un fuerte primer capítulo cuando Israel completó una remontada de 3-1 sobre Nicaragua el domingo en el LodDepot Park.
“Nadie realmente nos está dando una oportunidad en este grupo”, dijo el bateador designado Spencer Horwitz. “Vamos a salir y dar todo lo que podamos. Vamos a competir y donde caen las pelotas, caen”.
Después de ser mantenido sin anotaciones por cuatro lanzadores nicaragüenses sin experiencia en las Grandes Ligas durante siete entradas, las bolas finalmente cayeron a favor de Israel en la octava entrada. Impresionantemente, los grandes hits vinieron del mejor brazo de Nicaragua, el relevista de los Yankees Jonathan Loáisiga, quien estaba programado para lanzar la octava y la novena entrada.
“No tengo idea de lo que pasó”, dijo entre risas el técnico Ian Kinsler, cuando se le preguntó qué le permitió a su club llegar al mejor lanzador de Nicaragua. “Eso es lo que espero de mi equipo, jugar los 27 outs y luchar hasta el final. Hoy tuvimos la suerte de estar en el lado correcto”.
Dirigido por cuatro entradas en blanco de Dean Kremer, el cuerpo de lanzadores de Israel mantuvo a raya a la alineación nicaragüense el tiempo suficiente para darle a su alineación la oportunidad de capitalizar.
El lado israelí tuvo muchas oportunidades de conseguir el gran golpe al principio del juego. Su mayor oportunidad llegó en la sexta entrada cuando Danny Valencia salió con un out y las bases llenas. Valencia, sin embargo, falló en una doble matanza que finalizó la entrada.
En ese momento, parecía que Israel había desperdiciado su mejor oportunidad. Y con el dominante Loáisiga corriendo hacia el montículo en el octavo, Israel parecía destinado a una derrota perjudicial en un juego que estaba cerca de ganar. Pero nuevamente, cuando las barajas están en su contra, es cuando creen que están en su mejor momento.
Horwitz consiguió el gran hit en el octavo, entregando un sencillo RBI con un out para empatar el juego a 1. Tres bateadores más tarde, Garrett Stubbs abrió el marcador para Israel, dándole al equipo su primera ventaja del torneo con un doble de dos carreras. de Loáisiga.
“Obviamente es un lanzador de grandes ligas y ha estado en grandes situaciones antes y es un relevista increíble”, dijo Stubbs. “Pero en esta situación, simplemente conseguí un buen lanzamiento para batear y aproveché la oportunidad”.
El domingo, el equipo israelí apreció el momento. Sus fanáticos fueron superados en número por un ruidoso contingente nicaragüense en el estadio. Será más o menos lo mismo en sus próximos tres juegos contra Puerto Rico , República Dominicana y Venezuela.
Israel será un gran perdedor en cada uno de esos juegos. Podría ser uno de los tramos de tres juegos más difíciles en la historia del torneo. A pesar de eso, el equipo no lo querría de otra manera.
“Tenemos tan buena oportunidad como cualquiera”, dijo Kinsler. “Vamos a dar lo mejor de nosotros y tratar de hacer que las cosas sean interesantes en el Grupo D”.
Para Nicaragua, la búsqueda de su primera victoria en el WBC no se vuelve mucho más fácil ya que el equipo se enfrentará a la República Dominicana, que buscará recuperarse a lo grande luego de una derrota ante Venezuela para abrir el Grupo D, el Lunes al mediodía.
