Jerusalén.- El Ejército israelí mantiene la presión en el norte, centro y sur de la Franja de Gaza, donde tras casi diez meses de guerra han muerto más de 39.000 personas y miles continúan desaparecidos, según las autoridades sanitarias del enclave.
A dos semanas de que se cumplan diez meses desde los ataques del 7 de octubre, que dieron comienzo a la guerra entre Israel y el grupo islamista palestino Hamás en el devastado enclave, las fuerzas armadas continúan bombardeando campamentos de refugiados, viviendas e infraestructura del grupo islamista.
En las últimas 24 horas, los militares israelíes han llevado a cabo al menos 130 incursiones o bombardeos en el este de la ciudad sureña de Jan Yunis, a donde miles de gazatíes habían llegado en estos últimos dos meses tras escapar del asedio a Rafah.
La agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) denunció hoy que, desde el estallido de la guerra, más del 80 % de la población del enclave ha estado bajo órdenes de evacuación o en lugares designados como zonas prohibidas.
Los ataques en Jan Yunis
En un comunicado, el Ejército israelí aseguró que los bombardeos contra Jan Yunis afectaron a “almacenes de municiones, puestos de observación, edificios utilizados por los milicianos de Hamás y una ruta de la red de túneles” de los islamistas en el área.
Al menos 84 personas murieron y otras 300 resultaron heridas en los ataques israelíes de las últimas horas, llevando el total de muertos en Gaza desde que comenzó la guerra a 39.090 y la de heridos a más de 90.000, según el Ministerio de Sanidad del enclave, controlado por Hamás.
Según la agencia oficial de noticias palestina, Wafa, una serie de ataques contra viviendas en el campamento de refugiados de Yabalia, en el norte de la Franja, dejaron cuatro personas muertas y varios heridos.
Además, otros ocho palestinos murieron por bombardeos israelíes contra una casa en el barrio de Sabra, al sur de la ciudad de Gaza, de acuerdo con la agencia palestina.
Todo esto después de que ayer las fuerzas israelíes lanzasen una nueva operación contra la localidad de Jan Yunis que ya ha dejado 89 muertos y más de 260 heridos, según las autoridades gazatíes.
El hospital Naser, desbordado
Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció este martes que la llegada de más de un centenar de heridos al hospital Naser, el más importante de la zona, desbordó completamente el centro.
“La situación en el hospital Naser es catastrófica y el flujo de pacientes no ha parado desde la mañana. Llegan familias enteras, ya sea muertas o heridas. Estamos intentando priorizar quién va al quirófano”, explicó desde el hospital Ahmad Abu Warda, responsable de actividades médicas de MSF en el centro.
Javid Abdelmoneim, responsable del equipo médico del grupo dijo en un comunicado que “no queda nada después del Nasser. Si tenemos que cerrar este hospital, no habrá ningún sitio para los 400 o 600 pacientes que pueden ser atendidos aquí”.
A Jan Yunis huyeron hace más de dos meses miles de desplazados palestinos desde Rafah, la ciudad más al sur de la Franja, tras el comienzo de una criticada ofensiva militar que ha obligado a cerrar el paso fronterizo hacia Egipto, por donde entraba gran parte de la ayuda humanitaria.
Desde entonces, los desplazados malviven en tiendas de campaña en la zona costera de Mawasi, pegada a Jan Yunis, donde no hay agua corriente ni electricidad, y donde el Ejército israelí lanza ataques ocasionalmente, a pesar de haberla designado como “zona humanitaria” al comienzo de su asedio a Rafah.
Siete muertos en Cisjordania
Con todo, la violencia no se queda en Gaza. En Cisjordania, el otro territorio palestino sometido a una ocupación militar israelí, al menos siete personas murieron en varias redadas durante la madrugada del martes, dos en Hebrón y cinco en Tulkarem, según el Ministerio de Sanidad palestino.
Si bien el núcleo de las milicias palestinas en Cisjordania es Yenín, en los últimos meses Tulkarem y su aledaño campamento de refugiados de Nur Shams se han convertido en el objetivo de un alto número de redadas de las tropas.
El Ejército israelí emitió un comunicado en el que confirmó que entre los “eliminados” se encuentran Ashraf Eid Zaher Nafeh, comandante de Hamás en el campamento de refugiados de Tulkarem, y Mohamed Ibrahim Awad ‘Abu Abdo’, comandante de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, que murieron en un ataque con dron.
Cisjordania ocupada vive su mayor espiral de violencia desde la Segunda Intifada (2000-05), y en lo que va de 2024 al menos 256 palestinos han muerto por fuego israelí, la mayoría supuestos milicianos o atacantes, pero también civiles, incluidos unos 46 menores, según el recuento de EFE, tras cerrar 2023 como el año más letal en dos décadas con más de 520 muertos.
El Ejército israelí intensificó sus ya frecuentes incursiones en la Cisjordania ocupada tras el ataque de Hamás del 7 octubre y, desde entonces, han muerto al menos 584 palestinos en incidentes violentos con Israel, principalmente con tropas y una decena de ellos a manos de colonos.
Del lado israelí, han muerto en 2024 18 personas: 12 uniformados y seis civiles, cinco de ellos colonos.EFE
