La escritora e investigadora española Irene Vallejo, al recibir el Doctorado Honoris Causa de la Universidad APEC (UNAPEC), realizó un llamado de alto impacto para que las universidades dominicanas encabecen una << transformación cultural profunda >> que permita enfrentar los desafíos del sistema educativo nacional mediante la lectura, el pensamiento crítico y la formación humanista.

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Destacó que los retos que vive la educación dominicana —como las brechas lectoras, las desigualdades en el acceso al conocimiento y la necesidad de fortalecer competencias cognitivas— requieren instituciones de educación superior que asuman un rol más activo en la creación de una ciudadanía capaz de comprender, analizar y transformar la realidad.

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La Universidad APEC (UNAPEC) confirió el título de Doctor Honoris Causa a la reconocida escritora, filóloga y ensayista española Irene Vallejo Moreu, cuya obra ha marcado profundamente el pensamiento humanista contemporáneo, la defensa de la lectura y la revalorización del legado clásico en la sociedad actual.

La investidura solemne y cargada de significados para la vida académica y cultural del país tuvo lugar en la Sala Avilés Blonda del Palacio de Bellas Artes, espacio que reunió a autoridades académicas, representantes del sector educativo, figuras de la cultura y la intelectualidad dominicana, en un acto que simboliza el compromiso de Unapec con la excelencia, la internacionalización del saber y la promoción del pensamiento crítico.

Durante su discurso de aceptación realizó una firme defensa del papel académico como guardianas del pensamiento crítico, la curiosidad intelectual y la lectura profunda, elementos que —según afirmó— son esenciales para la innovación, el progreso humano y la salud democrática.

“Las universidades deben velar por la lentitud humanística, por las perspectivas abiertas y por la paciencia intelectual que el país necesita para superar las prisas y presiones del presente”, afirmó. Señaló que la educación dominicana no puede limitarse a respuestas inmediatas o utilitarias, sino que debe apostar por procesos de formación de largo plazo que cultiven curiosidad, creatividad y capacidad de cuestionamiento.

Vallejo destacó que, en tiempos dominados por la prisa, la inmediatez y la presión por beneficios rápidos, << las universidades deben velar por la lentitud humanística, por la amplitud de miradas y por perspectivas abiertas que permitan cuestionar, investigar y crear sin el corsé de la urgencia >>. Definió este espíritu académico como un <<utilísimo idealismo>> que, aunque desinteresado, demuestra a largo plazo su poder transformador.

Al reflexionar sobre los desafíos actuales, la autora de El infinito en un junco citó el modelo de innovación desarrollado por los recientes premios Nobel de Economía Philippe Aghion, Peter Howitt y Joel Mokyr, quienes —dijo— << han demostrado que el crecimiento sostenido nace de culturas que valoran la curiosidad, la evidencia y la experimentación >>. En ese sentido, invitó a las universidades a resistir visiones exclusivamente pragmáticas y a seguir siendo espacios donde la belleza, la creatividad y la comprensión del mundo sean consideradas dimensiones fundamentales de lo útil.

En un contexto nacional de alta circulación de información dudosa y discursos simplificados, la autora de El infinito en un junco destacó la urgencia de fortalecer la capacidad de discernimiento de los jóvenes dominicanos. <<La lectura profunda es un timón que permite identificar lo verdadero de lo falso >>, dijo, señalando que la educación superior debe asumir un rol decisivo en la formación de ciudadanos menos vulnerables a la desinformación y más preparados para participar en la vida democrática.

La filóloga y escritora dedicó una parte de su discurso a reivindicar la lectura como una herramienta decisiva para el pensamiento independiente. <<Leer no es un acto pasivo, sino un ejercicio activo que multiplica la vida >>, afirmó, destacando que la lectura profunda fortalece la capacidad de discernir información confiable en medio de un entorno saturado por mensajes simplificados, rotundos y muchas veces manipulados. Alertó, además, sobre el impacto del llamado << Efecto Mateo>> en la educación, que amplía la brecha entre quienes leen y quienes no, generando desigualdades cognitivas que persisten de por vida.

Frente a la polarización, la agitación mediática y la proliferación de información dudosa, insistió en que la universidad debe << seguir siendo un lugar de concordia, reposo y pensamiento humanista >>.

Al referirse a Unapec, la escritora destacó que esta institución << protege y expande el legado humanista >>, convirtiéndose en un espacio donde la lectura y el pensamiento crítico son herramientas para cerrar brechas educativas y promover movilidad social. Invitó a los estudiantes dominicanos a perseverar en la lectura como acto transformador, << Lean, manténganse sedientos por educar y educarse. Sean fervorosos, infinitos >>.

La Universidad APEC otorgó el Doctorado Honoris Causa a Irene Vallejo en reconocimiento a su contribución excepcional a la educación, la cultura y la defensa del pensamiento humanista, valores fundamentales para el fortalecimiento del sistema educativo dominicano.

El discurso central fue pronunciado por el rector de Unapec, Lic. Erik Pérez Vega, quien destacó la trascendencia de este reconocimiento al celebrarse el 60 aniversario de la institución.

<< ¿Por qué conceder el Doctor Honoris Causa a una escritora? Porque las universidades son forjas de conocimiento y custodias de la memoria. La defensa de la lectura, la curiosidad crítica y el diálogo entre épocas son tan esenciales para el progreso humano como las ciencias aplicadas >>, resaltó Pérez Vega.