Marino Báez
“Un Estado que no puede garantizar la identidad de sus ciudadanos, nunca podrá garantizar su propia existencia”. Este pensamiento resume la importancia del Registro Civil en cualquier sociedad democrática, específicamente en República Dominicana, donde el susodicho documento que rige nuestra identidad está siendo contaminado por la corrupción y el fraude, poniendo en riesgo la transparencia electoral.
“La identidad de un pueblo no se construye solo con documentos, se construye con la confianza en sus instituciones”. En este contexto, la integridad del Registro Civil es fundamental para garantizar la legitimidad de las instituciones y la confianza ciudadana, sin embargo, las irregularidades y fraudes de suplantación han generado una crisis en la confianza que debe ser abordada con carácter de urgencia y sin media tinta.
Hoy día el país se encuentra en un momento crucial de su historia, con las próximas elecciones presidenciales en el horizonte, razón por la cual, un tema candente y preocupante ensombrece este proceso: “La integridad del Registro Civil”. Este registro, fundamental para la identidad y los derechos ciudadanos, ha sido vulnerado por prácticas corruptas que han permitido la inclusión de personas no autorizadas, principalmente de nacionalidad haitiana, en el padrón electoral.
Se estima que cientos de miles de personas han sido inscritas irregularmente en el Registro Civil, lo que ha generado un padrón electoral inflado y susceptible de manipulación, poniendo en riesgo la legitimidad de las próximas elecciones y la confianza ciudadana en las instituciones democráticas, lo que significa que en cuanto a la transparencia el país se encuentra en un estado de emergencia.
La Junta Central Electoral (JCE) tiene la responsabilidad de garantizar la integridad de un proceso electoral limpio, libre de vicios y suplantaciones, sobre todo ahora que su capacidad para abordar esta problemática está siendo cuestionada por la falta de transparencia y la lentitud en la resolución de estos casos que generan desconfianza en la ciudadanía.
Urgencia
Limpiar de cuajo el Registro Civil es una tarea urgente y necesaria, por lo que la JCE debe tomar medidas efectivas para depurar el padrón electoral y garantizar que solo los ciudadanos dominicanos legítimos puedan ejercer su derecho al voto, mediante la puesta en marcha de acciones decididas y transparente de las autoridades que convergen en el organismo comicial.
La digitalización y automatización del Registro Civil son herramientas efectivas para prevenir la corrupción y el fraude. Por esa y otras razones, es fundamental que se implementen medidas de seguridad robustas para proteger la integridad de los datos y prevenir la manipulación y el fraude, generados mediante intereses pecuniarios y hasta de índoles económicas dentro del propio organismo. Así no será posible transparentar el país, porque “la ambición sin escrúpulos puede llevar a vender el alma por un puñado de monedas, pero el precio real se paga con la conciencia”.
La participación ciudadana es crucial en este proceso. El votante debe estar consciente sobre la importancia de la limpieza del Registro Civil y exigir a las autoridades que tomen medidas drásticas para garantizar la transparencia electoral, donde la sociedad civil se convierta en el actor principal de la vigilancia y el control de este proceso, debido a que “un Registro Civil corrupto es el primer paso hacia una democracia debilitada”.
Robo de identidad
El fraude es un desafío que requiere la colaboración de todos los actores políticos y sociales y de un esfuerzo conjunto para garantizar la transparencia electoral y la integridad democrática. La gravedad del Registro Civil está sustentada en la falta de actualización y depuración de las personas fallecidas, ya que millares de dominicanos muertos todavía siguen vivos, pero con otra nacionalidad en el padrón electoral.
Mediante fraudes impuestos por grupos de pro haitianos que interfieren en el manejo de documentos a través de la JCE, nacionales haitianos obtienen actas de nacimientos y cédulas de identidad y electoral, utilizando los nombres de personas que ya no existen en este mundo terrenal, agravando aún más la catarsis de suplantación de identidad y fraude electoral que data de tiempos inmemoriales.
Un paso crucial hacia la transparencia electoral
La JCE trabaja en el proceso de renovación de la cédula de identidad y electoral, pero este esfuerzo no podrá avanzar sin antes abordar los problemas en el Registro Civil. La inclusión de personas no autorizadas en el padrón es un tema candente que debe ser resuelto para garantizar la legitimidad del proceso electoral previsto para el 2028.
De modo que, la depuración del padrón electoral y la actualización de los registros son tareas urgentes y necesarias para prevenir el fraude y la corrupción. La JCE debe garantizar que solo los ciudadanos dominicanos legítimos puedan ejercer su derecho al voto y tomar medidas efectivas para eliminar los registros de personas fallecidas y prevenir la suplantación de identidad.
Hacerlo con celeridad es una tarea urgente y necesaria para garantizar la transparencia electoral y la integridad de la democracia en la República Dominicana, debido a que “un Registro Civil íntegro es la columna vertebral de una democracia saludable”.