Sonja Chen/MLB.com
LOS ÁNGELES — De vez en cuando, Shohei Ohtani hace que el Dodger Stadium parezca un parque pequeño.
Esta vez, fue con un enorme batazo la noche del miércoles que aterrizó en lo alto de las gradas del jardín derecho, a una distancia proyectada de 448 pies del plato. Fue su estacazo número 12 que tiene una distancia de al menos 445 pies, dos más que cualquier otro jugador de los Dodgers en la era Statcast (desde 2015).
Ohtani logró esta hazaña en apenas el primer mes de su segunda temporada como miembro de los Dodgers.
El batazo kilométrico de Ohtani abrió un primer inning de siete carreras para los Dodgers en una ajustada victoria 8-7 sobre los Rockies, con la que completaron la barrida en la serie de tres juegos y cerraron una estadía en casa con marca de 4-2.
Un turno después del bambinazo de Ohtani, Freddie Freeman lo siguió con un cuadrangular en solitario. El resto de la producción ofensiva en ese primer capítulo llegó con dos outs: el cubano Andy Pagés y Austin Barnes impulsaron dos rayitas cada uno desde los dos últimos puestos del orden ofensivo, y Ohtani cerró el episodio con un sencillo remolcador.