Haití mantuvo este viernes su frontera cerrada para el comercio con la República Dominicana a pesar de que este último flexibilizó las medidas adoptadas hace casi un mes en represalia a la construcción de un canal que busca desviar el agua del río fronterizo Masacre a territorio haitiano.
Comerciantes dominicanos se presentaron este viernes, como estaba previsto, al mercado binacional en Dajabón (noroeste dominicano), el de mayor actividad comercial en la frontera, pero Haití no abrió el portón que comunica esta provincia con Juana Méndez, imposibilitando la entrada a territorio dominicano de sus ciudadanos.
Una posición similar adoptó el miércoles Haití, en el reinicio del comercio, aunque limitado, dispuesto por el Gobierno dominicano a través de lo que bautizó como “corredores comerciales”, bajo fuertes controles de seguridad.
En unas breves declaraciones a la prensa este viernes, el alcalde de Dajabón, Santiago Riverón, dijo que “todo está nítido” para el reinicio del mercado, pero que los haitianos no han podido cruzar debido a que el vecino país no abrió el portón fronterizo, por lo que el mercado se realiza con unos pocos dominicanos.
El pasado 15 de septiembre el Gobierno dominicano cerró por completo la frontera con Haití, una de varias medidas adoptadas en rechazo a la construcción de un canal que busca desviar el agua del río fronterizo Masacre a territorio haitiano, una cuestión que, incluso, ambas naciones debatieron ayer en la Organización de Estados Americanos (OEA).
La República Dominicana asegura que el canal dejaría sin fuente de agua al humedal Laguna Saladillo (uno de los principales del país y la región), afectaría miles de hectáreas de tierras a ambos lados de la frontera y amenazaría la vida de personas de las dos partes por la eventual crecida del río, subrayó.
Asegura, además, que la obra no cuenta con estudios técnicos que avalen su construcción y permitan establecer los objetivos y el impacto del proyecto. EFE