Sharm el Sheij.- El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, dijo que “la guerra en Ucrania ha expuesto los profundos riesgos de nuestra adicción a los combustibles fósiles”, mientras que pidió que no se utilicen los conflictos del mundo como “excusa” para evadir las responsabilidades climáticas.
El responsable de la ONU dijo en un discurso en la segunda jornada de la COP27 que, a pesar de los múltiples conflictos que asolan el mundo -como la guerra en Ucrania o el conflicto en el Sahel-, “el cambio climático está en una línea de tiempo diferente y en una escala diferente”, puesto que “es el tema definitorio de nuestra era” y el “desafío central de nuestro siglo”.
En este sentido, calificó de “inaceptable, escandaloso y contraproducente” dejar la lucha contra el cambio climático “en segundo plano”, puesto que “muchos de los conflictos actuales están relacionados con el creciente caos climático”, como es el caso de la invasión rusa de Ucrania.
Según Guterres, ese conflicto ha sacado a la luz los riesgos de la dependencia de los países a los combustibles fósiles y pidió que estas crisis urgentes no pueden ser “una excusa para la recaída o el lavado verde”.
“En todo caso, son una razón para una mayor urgencia, una acción más fuerte y una rendición de cuentas efectiva”, aseveró.
PUNTO DE NO RETORNO
El portugués recordó que la actividad humana es la causa del problema climático, por lo que “la acción humana debe ser la solución”, aunque lamentó que todavía hay que restablecer la ambición y la “confianza” entre “el Norte y el Sur”.
Asimismo, aseveró que para alcanzar el objetivo de limitar el aumento de la temperatura a 1,5 grados centígrados es necesario lograr las cero emisiones netas para 2050 en todo el mundo.
“Pero ese objetivo de los 1,5 grados está en soporte vital, y las máquinas están traqueteando. Nos estamos acercando peligrosamente al punto de no retorno”, aseveró, al tiempo que pidió a los países del G20 que aceleren su transición verde “en esta década”.
PACTO ENTRE PAÍSES RICOS Y POBRES
Guterres hizo un llamamiento para que las economías desarrolladas y emergentes establezcan un “pacto de solidaridad climática”, para que todos los países “hagan el esfuerzo extra para reducir las emisiones esta década en línea con el objetivo de 1,5 grados”.
Este acuerdo debe garantizar, además, que los países ricos y las instituciones internacionales “brinden asistencia financiera y técnica para ayudar a las economías emergentes a acelerar su propia transición hacia las energías renovables” y “poner fin a la dependencia de los combustibles fósiles”.
También contempla “eliminar gradualmente el carbón en los países de la OCDE para 2030 y en todos los demás para 2040”.
Para ello, recordó a Estados Unidos y China, las dos economías más grandes del mundo, que tienen “una responsabilidad particular de unir esfuerzos para hacer realidad este pacto”, que representa la “única esperanza para alcanzar los objetivos climáticos”. EFE