Keegan Matheson/MLB.com
BOSTON — Han pasado 50 días desde que Vladimir Guerrero Jr. salió del clubhouse en Dunedin, Florida, y giró a la derecha, se detuvo frente a las cámaras y rompió algunos corazones.
No había acuerdo. La fecha límite que había puesto el dominicano, el 18 de febrero, había llegado y pasado y los Azulejos no estaban cerca, dijo esa mañana. Se sentía como la historia que se cerniría sobre esta temporada y bloquearía el sol.
Mírenlo ahora. Esta vez, salió del clubhouse visitante en el Fenway Park y giró a la izquierda, caminando hacia las cámaras mientras lo seguían. Todo ha cambiado. Ahora posee el contrato más grande en la historia de los Azulejos y el tercero más grande en la historia del béisbol, un pacto de 14 años y US$500 millones.
Finalmente es oficial. Después de unos días incómodos en Boston dedicados a bailar alrededor del lenguaje oficial mientras se pasaban los exámenes físicos y se firmaban los contratos, Guerrero finalmente pudo sonreír para las mismas cámaras que lo miraron el 18 de febrero.
“Si les digo que no es un gran alivio, les estaría mintiendo. Lo es”, dijo Guerrero. “Siempre ha sido mi meta estar aquí, y siento que lo logré. Estoy muy, muy feliz de quedarme aquí y ser un Azulejo”.
Este era el momento con el que todos los involucrados habían estado soñando durante años. Al margen de ganar una Serie Mundial, este es el gran momento que Guerrero y los Azulejos han estado construyendo.
Finalmente fue la oportunidad para el gerente general Ross Atkins de pararse frente a las cámaras y decir: “Lo tenemos”. Atkins se ha visto obligado a explicar por qué no pudieron firmar a Shohei Ohtani, el dominicano Juan Soto, Roki Sasaki y muchos otros. Bueno, esta vez, todo lo que queda es la celebración.
“Esto es muy poderoso para la organización. Creo que es monumental para Toronto y para el juego”, comentó Atkins. “Un acuerdo histórico para el que será un jugador histórico”.
Esa vieja fecha límite del 18 de febrero era claramente flexible, y eso está bien. No hay nada legalmente vinculante en nada de esto, nada oficial ni formal. Guerrero dijo que sentía que él y los Azulejos se estaban acercando a un acuerdo realista alrededor del Día Inaugural, y durante la semana pasada, realmente tuvo la sensación de que esto se concretaría.
Si bien ha sido fácil para los involucrados decir que todo el asunto no fue una distracción, no nos engañemos. La estrella de este equipo estaba al borde de probar la agencia libre, lo que puso en duda todo el futuro de esta organización. Era una distracción. Guerrero hizo todo lo posible para separar lo que sucedía en el terreno de lo que estaba sucediendo fuera del mismo, pero quería participar.
“Durante todo el proceso, estuve involucrado”, explicó Guerrero. “En el lado del negocio, estuve involucrado con cada decisión, cada conversación, cada reunión. Estaba al tanto de todo, porque al final del día, yo era quien iba a tomar la decisión, no mi agente. Estuve involucrado en cada conversación, en cada parte del proceso”.