Carlos Ogando
La explotación, venta y exportación del oro en República Dominicana se inició a la llegada del Almirante Cristóbal Colón a la Isla Hispaniola desde el año 1500 hasta el 1520 con una exportación de más de 30,000 ducados y no fue hasta el año 1958 cuando se reinició y en 60 años de extracción no se tienen estadísticas claras sobre la cantidad de oro extraído hasta la fecha y aun teniendo la Republica Dominicana (RD), el segundo yacimiento más importante de Latinoamérica, que es Pueblo Viejo, el país no aparece en las cifras internacionales como exportador de Oro, ni se han vistos mejoras en la calidad de vida de la gente.
Se sigue una carrera de adjudicaciones de concesiones de las minas en República Dominicana y existen más de 125 empresas concesionadas y más de 100 están a la espera para la exploración y explotación de minerales sin conocerse por anticipado cuál es el contenido de los suelos concesionados. Parece que todavía en (RD) rondan Piratas y Corsarios de una época ya pasada. El país necesita explotar sus recursos y se pide que se haga protegiendo el valor nacional. Hoy está en la mira el oro de San Juan.
¿Quién controla y supervisa la exportación de oro en la República Dominicana? Se entiende que los responsables son los Ministerios de Industrias y Comercio; Ministerio de Energía y Minas, Ministerio de Hacienda, el ministerio de medio ambiente y recursos naturales y dirección General de Impuestos Internos para lograr recaudar los impuestos y los derechos que se desprenden de la participación del estado como socio privilegiado en la explotación de los recursos naturales.
Pero el lado oscuro de la explotación del oro en república dominicana es la falta de reglas de juego claras que cumpla con las expectativas de la gente y eso no ha sido posible. Según testimonios, la Barrick pueblo viejo ha dejado desolación en pueblo viejo, desde que llegó. Aquí ya no hay vida para nadie. Todos nos estamos muriendo, día tras día. El agua está contaminada. Los animales que la beben se mueren y los niños ya no pueden bañarse en el río como lo hacíamos nosotros, porque le salen pústulas en todo el cuerpo. ¡Esa empresa nos ha arruinado, arruinado! Las cosechas se pudren y nadie ya puede seguir viviendo aquí.” Quien habla es Lupe Díaz, un campesino de 60 años que junto a su esposa vive desde siempre en la comunidad de La Cerca, según reseña el periódico El País.
En Barrick pueblo viejo, se ha denunciado la utilización del temido cianuro y más sustancias tóxicas para procesar el oro y la existencia también de una enorme presa para la contención de las aguas residuales, un muro de más de 200 metros de altura y largo más de un kilómetro. Para denunciar la destrucción de las tierras en donde viven desde hace generaciones, afirma Lupe Diaz; más tarde por el agua que empezó a escasear, volviendo difícil sostener las necesidades cotidianas, como lavarse y cocinar; seguidamente porque esa agua, ya insuficiente, empezó a despertar la sospecha de que pudiera estar contaminada; y finalmente, para decirle al mundo que demasiadas personas estaban enfermando y muriendo, precisamente como las plantaciones de cacao y banano de la zona.
El temor más grande, además, para los que viven justo debajo del muro de la presa, es que esta pueda derrumbarse repentinamente, inundando el valle y dejando sin escapatoria a decenas de familias.
Maguana para que no se explote el oro en esa importante provincia agrícola y productora de aguas, es legítima porque en base a la experiencia que tenemos del mal manejo que se le ha dado a la explotación del oro, donde la gente muere, pierde sus cosechas y ve impotente de cómo se contaminan las aguas para su sobrevivencia, tienen suficientes motivos para oponerse a la explotación del Oro en San Juan de la Maguana. Las aguas que nacen en loma Romero, Sabaneta nutren las provincias de San Juan, Azua y Barahona, por lo que hace inviable un proyecto de explotación minera en estos momentos de calentamiento global y cambio climático.
San Juan de la Maguana es una de las más importantes regiones agrícolas del país. Su producción de granos como el arroz y las habichuelas, abastecen gran parte del territorio nacional. Produce 1700 millones de pesos al año y genera más de 28 mil empleos. La minera ha dicho que se generarán 800 empleos y San Juan recibiría 86 millones de pesos al año, por lo que los sanjuaneros dicen que es contraproducente la explotación de esa mina. Dijeron que una eventual puesta en marcha del proyecto minero serviría para envenenar las aguas, las presas y la destrucción total del sector agropecuario, principal fuente de generación de riqueza y empleo.
Se estima que las reservas de minerales de la República Dominicana son suficientes para garantizar riquezas por los próximos 30 años.
Al 31 de diciembre del año 2016 el Ministerio de Energía y Minas había concedido 359 concesiones de las cuales 37 eran por exploración metálica en 133 minas. En el Norte hay 33 permisos de explotación minera, equivalentes al 24.8%; en el Este 29 con un 21%; en el gran Santo Domingo 17 con el 13%y en el Sur hay 41.2% de los permisos.
En la actualidad existen 133 minas en explotación: 18 en S. Cristóbal; 17 en Sto. Domingo; 13 en Barahona; 10 en Higüey; 9 en Samaná; 6 en Monseñor Nouel; 5 en Santiago; 5 en Hato Mayor; 7 en Independencia; 4 en Puerto Plata; 2 en San Juan; 2 en Valverde; 2 en la Vega; 3 Monte Plata; 4 en San Pedro; 4 en Azua; 4 en La Romana; 4 en Sánchez Ramírez; entre otras menores.
Se espera que después de haber cumplido 178 años de fundada la República Dominicana y 61 años de vida democrática, los hombres y mujeres que habitan estas tierras puedan construir los muros y cimientos para preservar sus recursos naturales y que la presente y futuras generaciones tengan un mayor disfrute y hacer realidad un mayor control de nuestras Minas. No a la explotación del oro en San Juan de la Maguana.