Gabriel Romano Burgoa
La Paz.- El expresidente de Bolivia Evo Morales (2006-2019) romperá en definitiva con el oficialismo cuando lance una nueva agrupación política a finales del mes, mientras que el presidente, Luis Arce, podría reforzar su posición en el gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS) con el que, según analistas, buscará la reelección en los comicios presidenciales del 17 de agosto.
Arce y Morales están distanciados desde finales de 2021 por diferencias en el control del Ejecutivo y por la candidatura presidencial del MAS, el mandatario ha llamado a Morales “su principal opositor”, mientras que el exmandatario lo llamó “el peor presidente de Bolivia”.
Debido a está separación, cada uno lanzará su candidatura por separado.
El oficialista MAS definirá el binomio a la Presidencia en un congreso el 16 de marzo, con Arce como principal opción para ir por la reelección. Por su parte, Morales anunció que será el candidato presidencial del partido Frente para la Victoria (FPV) después de renunciar al MAS, además develará en un cónclave el 31 de marzo el nombre de su nueva agrupación política.
El analista político Paul Coca dijo a EFE que Arce es un “prisionero de su candidatura” y que no tiene otra opción que ir por la reelección, ya que declinar esa opción significaría admitir que en sus casi cinco años en el Gobierno “lo ha hecho mal”.
Coca mencionó que lo que “complica” la reelección de Arce es la situación económica de Bolivia, afectada desde principios de 2023 por la escasez de dólares, la falta de combustibles y la inflación que en 2024 alcanzó un 9,97 % y que se considera la más alta desde 2008, cuando el porcentaje fue de 11,8 %.
Aún así, en cada reunión oficialista los seguidores de Arce lo han proclamado como candidato, al igual que la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, que afirmó que “el presidente Luis Arce es nuestro candidato 2025-2030”.
Arce, de 61 años, fue el ministro de Economía de Evo Morales durante su Gobierno, y fue electo presidente en las elecciones de 2020.
Morales tiene varias dificultades para postularse, como la orden de aprehensión en su contra por una investigación por supuesta trata agravada de personas y por la cual no sale desde octubre del Trópico de Cochabamba, que es su bastión político y sindical, y en donde está rodeado de seguidores que buscan evitar su captura.
También, afronta la sentencia constitucional que menciona que la reelección en Bolivia es “por una única vez” de forma continua o discontinua y que impediría su habilitación en los próximos comicios, ya que gobernó en tres ocasiones (2006-2009, 2010-2014 y 2015-2109).
A esto se suma que fue desplazado en noviembre del liderazgo del MAS después de casi tres décadas, luego de que los órganos Judicial y Electoral reconocieron al dirigente campesino Grover García, afín a Arce, como nuevo jefe del partido oficialista.
Nelson Cox, abogado de Morales, dijo a EFE que cuando el FPV reconoció al expresidente como “único candidato y candidato habilitado” se tiene un escenario “allanado” para demostrar la “legitimidad” con la que cuenta para participar en los próximos comicios.
Aunque el FPV ha ratificado que Morales será su candidato en esta próxima elección, este partido también señaló que si eventualmente hubiera un desacuerdo con el sector del expresidente o su candidatura se inhabilita, igual participará en los comicios de agosto con “sus propios medios”.
La división en el MAS comenzó a sentirse después de la crisis política de 2019, que Morales calificó como un “golpe de Estado” en su contra en medio de acusaciones de parte de la oposición de un fraude electoral a su favor en los frustrados comicios de ese año.
Las tensiones entonces se dieron entre los oficialistas que permanecieron en el país y continuaron ejerciendo sus funciones sobre todo en el Legislativo, y los que renunciaron junto a Morales y se fueron del país.
Asimismo, un bloque de oposición liderado por el expresidente Jorge ‘Tuto’ Quiroga (2001-2002) y el empresario Samuel Doria Medina buscan capitalizar la división de Arce y Morales, y elegir un “candidato único” para “sacar al MAS” del poder. EFE