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Santo Domingo

Europa, sin Rusia, busca en Tirana su lugar en un nuevo mundo y seguir arropando a Ucrania

Tirana. Más de cuarenta líderes de países europeos se unirán este viernes en Tirana para reflexionar sobre qué papel deben asumir en un mundo cada vez más polarizado y reafirmar su apoyo a Ucrania, que estará representada por Volodímir Zelenski, para tratar de presionar a Rusia hacia la mesa de negociaciones en busca de un final para la guerra.

La céntrica plaza Skanderberg de la capital de Albania acoge este jueves la sexta cumbre de la Comunidad Política Europea (CPE), un formato impulsado por el presidente francés, Emmanuel Macron, en 2022 tras la invasión rusa de Ucrania y que recala ahora en Tirana tras encuentros previos en República Checa, Moldavia, España, Reino Unido y Hungría.

“Desarrollar una visión común sobre el futuro de Europa” es, según fuentes europeas, el objetivo de un encuentro que reunirá a los presidentes de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; o el Consejo Europeo, António Costa; así como el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, y jefes de Estado y de Gobierno de más de cuarenta países.

Están invitados 47 líderes, los de toda Europa salvo Rusia, Bielorrusia y el Vaticano. Entre ellos, acudirá a su primera cumbre internacional el nuevo canciller alemán, Friedrich Merz, junto a otros más veteranos como el presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan.

Todas las miradas estarán puestas, no obstante, en el presidente ucraniano, Volodímir Zenski, que llega a Albania tras una semana en la que se habló de que tanto él como el ruso Vladimir Putin se sentarían a la misma mesa de negociaciones en Turquía.

Al final, las conversaciones se celebrarán entre dos delegaciones de ambos países, previsiblemente también con representantes turcos y estadounidenses.

Además, la cumbre llega apenas una semana después de que varios líderes europeos se desplazaran a Kiev el pasado fin de semana para celebrar el día de Europa y urgieran a Rusia a un alto el fuego incondicional de 30 días que abra paso a unas negociaciones de paz.

En paralelo, Moscú justificaba el mismo día su agresión a Ucrania en su desfile en la Plaza Roja de Moscú por el Día de la Victoria.

Pese a que en Albania se concentrarán líderes que apoyaron al ruso Vladimir Putin en ese desfile, como el serbio Aleksandar Vucic o el eslovaco Robert Fico, países como Francia confían en que el encuentro sirva para mostrar un frente unido en la presión sobre Rusia para que acepte un alto el fuego en Ucrania.

La agresión del Kremlin será uno de los principales ejes del encuentro, cuya coreografía arrancará con una foto de familia, una sesión plenaria inicial y varias mesas temáticas en las que los líderes se dividirán para debatir sobre la seguridad y resiliencia democrática de Europa, su competitividad y seguridad económica y los “retos de movilidad y empoderamiento de la juventud”, un título amplio en el que se enmarca la cuestión migratoria.

Aunque la CPE no pretende en ningún momento imitar a una membresía del club comunitario, se trata de debates en los que los Veintisiete llevan meses inmersos en busca de reafirmar su autonomía estratégica y posición como poder global ante la incertidumbre sembrada por el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca y su choque arancelario con China, entre otros seísmos geopolíticos.

El formato de la cumbre permitirá que durante el día se sucedan diferentes reuniones bilaterales o a varias bandas, algunas planeadas y otras más espontáneas, en las que los líderes puedan ponerse al día sobre otros asuntos de actualidad que no figuran en la agenda del encuentro, como la agresiva política comercial de la nueva administración estadounidense.

Según fuentes europeas, el “complejo” panorama geopolítico actual “no hace sino reforzar la necesidad de estos intercambios y el diálogo entre los líderes europeos”. “Es obviamente un reto, pero también una oportunidad”, señalan, “para que los líderes europeos intercambien políticas, buenas prácticas en muchos ámbitos diferentes y desarrollen una visión común”.

Se trata de un foro informal que no concluirá con ningún documento consensuado, sino que lo hará con una comparecencia conjunta del anfitrión de esta cumbre, el recién reelegido primer ministro de Albania, Edi Rama, y la primera ministra del país que acogerá la próxima reunión de la CPE en el segundo semestre de 2025, la danesa Mette Frederiksen. EFE

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