En medio de la crisis de seguridad en Haití causada por la creciente violencia de pandillas armadas, Estados Unidos ha intensificado sus esfuerzos diplomáticos en la Organización de Naciones Unidas (ONU) para lograr la aprobación de una misión internacional que combata el crimen organizado en el país caribeño.

Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!

La iniciativa, presentada junto a Panamá, propone la creación de una “Fuerza de Supresión de Pandillas” compuesta por 5,500 efectivos con facultades de arresto y capacidad de uso de fuerza letal.

Publicidad

Sin embargo, la aprobación del proyecto enfrenta obstáculos cruciales. El Consejo de Seguridad de la ONU, donde Estados Unidos cuenta con el apoyo de Francia y Reino Unido, debe sortear el veto potencial de China y Rusia, países que mantienen tensiones comerciales y políticas con la administración Trump. Xi Jinping y Vladimir Putin han expresado desacuerdos en otros ámbitos, lo que complica conseguir su respaldo o abstención en la votación.

El proyecto también contempla la creación de una oficina de la ONU en Puerto Príncipe que garantice apoyo logístico y operativo a esta misión, superando las limitaciones que hasta ahora afectaron los intentos de estabilización, donde la burocracia ha favorecido a las bandas criminales y ralentizó incluso la entrega de recursos como vehículos para seguridad.

Con la actual Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití cercana a su conclusión a principios de octubre, Estados Unidos busca asegurar que la fuerza propuesta esté operativa antes de que finalice 2025. El éxito de esta iniciativa dependerá en gran medida de las negociaciones diplomáticas con China y Rusia, cuyo voto será determinante para la materialización de esta respuesta internacional.